domingo, 7 de mayo de 2006

“Manzanita”, un obrero del ring en lo alto


Suplemento Ovación (página2), 
Diario UNO de Mendoza, 7 de mayo de 2006

José Pablo Estrella sigue minando la lógica y así en cinco días estará peleando por el título mundial de la entidad más importante del boxeo, la Asociación Mundial (AMB).
Manzanita, quien desde hace ya un buen tiempo es top ten, construyó su carrera bajo la sombra de su compadre, amigo y compañero Pablo Chacón, y el tunuyanino se acostumbró a ser siempre punto y jamás banca, así conoció derrotas inmerecidas, desplantes, bolsas miserables, titubeó varias veces con largar todo al carajo pero terminó apostando por más. Construyó su palmarés a los tumbos y con el correr de los años lo fue engrosando, en números y rivales.
Estrella llega a esta instancia por mérito propio porque supo dar varios batacazos, porque es un ejemplo deportivo, un tipo que entrena todos los días al máximo, lleva una vida sana y ordenada. El mismo se buscó su preparador físico, buscó sus médicos y se hizo operar para mejorar su performance, supo cambiar de
gimnasio y mejorar su estilo, y a los 33 años sigue aprendiendo, boxeando mejor, pegando más fuerte. De guerrero se convirtió en estilista, y ahora con un buen estilo sale a dar guerra.
El zurdo del Valle de Uco quizás sea uno de retadores mundiales que menos dinero ha ganado en su carrera en la historia del pugilismo rentado, combatió con todos lo que no quería pelar nadie, de visitante y en la mayoría de los casos en contra de los intereses del negocioespectáculo del boxeo. Y el próximo viernes estará de fondo en una cartelera internacional, quizás la más importante del año en el país, intentando romper otra lógica.
Frontal e inteligente, siempre supo que nadie le regalaría nada y ahí está, a un paso de la gloria máxima de todo boxeador, de todo deportista profesional. El “tapado”, el “obrero del ring”, el “probador” es hoy retador mundialista, embajador del sacrificio, la confianza, la decisión y la lucha, ya que demostró que también le puede llegar su chance a los excluidos y explotados dentro del mismo boxeo.