domingo, 11 de diciembre de 2005

Los mapas de la “bola fría”


Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 11 de diciembre de 2005

Estamos en la semana de la "bola fría", la de la "zona de la muerte", a seis meses ya se vive el Mundial de
Alemania 2006. Se analizan rivales y con sorna nos jactamos de nuestra sabia desconfianza.
Grondona choca con Pekerman, y Blatter enfrenta a Maradona. Se tejen especulaciones, Holanda trae recuerdos y acapara estadísticas, Serbia y Montenegro revive su historia para quienes trazan las líneas del mapa del continente europeo de la guerra fría para recordar esa poderosa Yugoslavia.
Costa de Marfil parece no tener ubicación geográfica, pero lo más importante son las figuras que surcan las canchas europeas, que desde el viernes son más cracks que nunca.
Entramos en la fiebre del Mundial.
Podrán descansar Ginóbili y Nalbandian. Sí el Rey Nalbi, que deleitó hace unos días en el Luna Park en un merecido homenaje a Guillermo Vilas, sí en el mismo Luna, que en la jornada anterior había sido copado por boxeadores mendocinos que derrocharon calidad y también midieron mejor que muchos en el rating.
Mientras los nervios risorios de los rostros tombinos siguen ejercitando la extrema felicidad, caminamos por la semana de la "zona de la muerte", la que terminará el próximo 21 de junio, con el ocaso de la eliminación o la resurrección de la clasificación a la próxima fase. La "bola fría" dijo sin tapujos y sin vergüenza que estaba todo armado para que en la final se vieran los intereses de Alemania y Brasil –bueno…, que
 definieran Alemania y Brasil–, y que la FIFA redituara con holgados intereses.
En la semana de "la zona de la muerte" al convaleciente Pekerman, quien no fue al sorteo en Alemania, le retrucó Grondona cómo no se había operado una semana después; el viejo zorro, don Julio, está más preocupado por los modos protocolares que el hermano de Marcelo Bielsa, Rafael, quien dejó plantado su
nombramiento en la Embajada francesa para volver sobre otro desplante. Y al Diego, que parece que le ofrecieron un cachet de cabotaje, ¿lo terminó remplazando Coby Jones?
Más de una bola fría estalló sobre la zona de la muerte.
Bienvenidos al show.

lunes, 14 de noviembre de 2005

Ese fenómeno popular llamado Guantes de Oro


Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 14 de noviembre de 2005

Un fenómeno popular que se consolida, que se arraiga, que trasciende. El viernes concluyó la 4ª edición provincial Guantes de Oro- Municipalidad de San Martín. Un torneo de boxeo amateur, reglado bajo la reglamentación olímpica y donde más de 4.000 espectadores acompañaron las cinco veladas que se escenificaron en el Poli San Pedro.
Por un lado son torneos como éste los responsables de la continuidad de boxeadores de elite en la selección nacional, como también del gran presente profesional.
Si bien este año creció la calidad, disminuyó la cantidad. Fue una edición de recambio tras el fuerte traspaso de púgiles al campo rentado.
Las pujas dentro del seno de la federación quedaron evidenciadas con algunos que mezclaron los puntos y se regocijaron con titubeante inicio del certamen.
Desde los organizadores del área de deportes de la Muni de San Martín volvieron a vestir de glamour el torneo y siguieron incorporándole tecnología y difusión (este año tuvo televisación).
El mendocino Guantes de Oro es el certamen regional más grande de Sudamérica, y esta edición dejó en
claro que ya necesita un reglamento propio que contemple a cada uno de los detalles.
Los boxeadores volvieron a dar ejemplo, si la meta de ellos es el torneo, quedó en claro que trabajaron mucho y duro, en un deporte donde el sacrificio está no sólo en el gimnasio, sino en la cotidianeidad a la que deben enfrentar para sostenerse como personas y atletas.
Celosos y pasionales, un pequeño grupo de técnicos volvieron a demostrar falta de criterio, de análisis y de autocrítica. Cuestionaron todo y no se preocuparon por hacer un seguimiento de sus chicos, inscribiéndolos en categorías erradas y hasta mintiendo con la edad.
El Guantes de Oro es un fenómeno popular, una fiesta que consolida la contención social que día a día se
forja en los gimnasios que trabajan por darle una salida, cariño y valores a los pibes de las barriadas mendocinas.

domingo, 6 de noviembre de 2005

“Sin más armas que un 10 en la camiseta”

Suplemento Ovación (página 2)
Diario UNO de Mendoza, 6 de noviembre de 2005


Maradona sigue gambeteando al sentido común, a la lógica, a los prejuicios. La religiosidad popular le dio la idolatría de un semidiós mundano, de esos donde alguna razón desconoce el cero a cero para arrodillarse en un rezo poliforme al Diez como imagen y semejanza de la creación, la imaginación y la utopía. Cinco letras para un dios moderno, el de lo emergerte, el de las contradicciones, el del pecado, el de la resistencia: Diego.
Le avisa a Julio Grondona que no quiere ser una estampita de su poderosa iglesia, mientras que en su rol de periodista consumado entrevista a Fidel Castro, para llevar el caset a su programa donde copa el rating. Le hace un guiño al pasado y en helicóptero llega a festejar su glamoroso y suntuoso cumpleaños a la Bombonera, donde una multitud sólo lo espera para ese festejo.
Dueño de la hegemonía mediática, enarbola las banderas políticas de la contrahegemonía, coorganiza el Tren del Alba, mima a intelectuales referentes de izquierda –como el diputado Miguel Bonasso– y se tutea con el líder venezolano, Hugo Chávez, en la Cumbre de los Pueblos (contracara de la IV Cumbre de las Américas), para atacar y oponerse a George Bush, y dejar vigente su himno, ese que le regaló el ande rockero y que dice que “a los poderosos reta y ataca a los más villanos…”
Politiza y banaliza, se da revanchas sin pruritos generando nuevos escenarios. Sacudiendo lo establecido desde lo establecido, estableciendo. Diego es significante y significado. Desde lo alto su índice cobra sentido y razón, su palabra tiene la verdad del guerrero triunfador “que sin más armas que un 10 en la camiseta” conquistó, sojuzgó y reinó en tierras donde el fútbol es más que un juego, un espectáculo y un negocio, donde es religiosidad.
Maradona no tiene fronteras, se reconstruye y reconfigura en varios tiempos y espacios a la vez; en un mundo que huele a petróleo y exclusión no le teme a sobrevivir con las herramientas de los poderosos y retar a éstos con las armas populares de los sueños, las utopías y la resistencia.

lunes, 24 de octubre de 2005

la competencia, ayer, no estuvo en el deporte

Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 24 de octubre de 2005


Ayer la pelota no botó, en un día de votos. En la argentina no hubo deportes, aunque sí muchos partidos,
más de los que la mayoría pensaba que estaban programados. Largas colas esperaron, no por un boleto,
sino por un sobre (bueno, fueron dos), que terminaría dirimiendo un resultado.
Los partidos, como equipos, tenían formaciones, aunque no figuraba el técnico y la alineación no la podían
dar de corrido a nadie.
ayer no hubo deportes pero ganar fue el objetivo de varios: tomar la delantera, tener el control, el dominio; en síntesis, liderar. No faltaron táctica y estrategia.
Los canales de deportes se apoyaron en el extranjero o en el archivo, mientras que para los de noticias el “Boca” más importante era el de urna, y no cesaban de darle tranquilidad al favorito y analizar por cuántos cuerpos se impondría sobre sus rivales cuando pasara el disco.
Un domingo distinto, de esos que alguna vez también despertaron pasiones, de los que ya no valoran, de los que recuperarlos costó muchas vidas. Ayer no hubo deportes, aunque para muchos se trató de una movida clave sobre el tablero escondido dentro de varios tableros donde se buscaba jaquear algún rey golpeando a un sacrificado peón. Para otros se trató de armar una defensa con vistas al futuro, y algún otro, después de venir pegando duro y buscando el punch de nocaut, esperaba por el campanazo final para abrazarse con su amigo y colega, el opositor.
Un domingo de tribunas vacías, aunque días atrás los mismos protagonistas del domingo electoral las llenaron, aunque en vez de recaudación necesitaron de una fuerte inversión para no encontrase con las gradas vacías.
No hubo deportes pero sí mucha competencia, con poco de juego limpio y con varios golpes bajos.
Llegaban planteos chatos, conservadores, sin creatividad, apoyados en una figura como máximo argumento, y al final, en la noche de ayer, donde no hubo deportes, varios sacaron las banderas y festejaron.

domingo, 16 de octubre de 2005

Ir a menos, algo que da asco y se institucionaliza

Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 16 de octubre de 2005


Con una naturalidad incomprensible y exasperarte, el tema de conversación en Sudamérica fue si la Selección argentina de fútbol fue a menos ante su par uruguaya en el cierre clasificatorio para el Mundial de
Alemania 2006. Antes y después del partido se tejió un complejo entramado de dudas, fantasmas, trascendidos, suspicacias, antecedentes sumado a complejas interpretaciones de orden histórico, cultural, y hasta geopolítico.
Convertido en ritual, el fútbol adquiere hasta códigos místicos e ir a menos es una categoría que parecería impenetrable, pero sin ninguna vergüenza es un valor más, ya naturalizado, en el espectáculo todopoderoso
que manipula sin resentimientos al juego.
El “Ir a menos” debería producir asco y ser denunciado, condenado.
Ir a menos es corrupción, putrefacción, delito, estafa, traición.
El juego vencido a los pies del espectáculo, el hincha contradictorio, feliz del romanticismo nacionalista aunque soporte consolidado, como espectador-consumidor, del triunfo de los valores de la empresa sobre
la sociedad civil, de la rentabilidad sobre la utopía.
“Rioplatenses” o “Andinos”, sí, increíbles categorías para justificar vaya a saber qué en el orden globalizado de uno de los beneficiosos brazos de la FIFA, las Eliminatorias Sudamericanas.
Múltiples identidades conforman cada selección, tan símiles entre ellas con jugadores de estilos e ingresos europeizados más preocupados por encontrar la plataforma para mostrar su producto que por escenificar ese ritual, que es el juego fútbol.
Es válido desconfiar, pero no naturalizar. Ir a menos es traicionar a los suyos, a los que depositan afectos, sentimientos, expectativas, tiempo y valores en el fútbol y sus protagonistas.
Perversidad periodística o realidad. Ir a menos no sólo es “venderse”, es ir con la pierna blandita, no exigirse al máximo, pero también es regocijarse con un acto de corrupción, no denunciarlo, no criticarlo, no asquearse.

lunes, 3 de octubre de 2005

Se trata de niños y no de mercancías


Suplemento Ovación (página 2)
Diario UNO de Mendoza, 3 de octubre de 2005

El trabajo infantil es una de la aberraciones sociales más cotidianas. Si bien esta práctica está prohibida por las leyes y fuertemente condenada por organismos internacionales de derechos humanos, poco se hace por frenar la explotación infantil y las consecuencias que produce.
El deporte no es la excepción, todo lo contrario, en nuestro medio se promueve y festeja la rápida y precoz inclusión de los pibes al mercado laboral.
Sin ningún tipo de contención mezclan a los niños en un mundo que no les es propio, con un sinfín de códigos y obligaciones atemporales.
Son obligados por un complejo entorno a competir, debatir y forzar sus cuerpos y mentes con adultos. Los objetivos, las metas, los valores y las necesidades son muy distintos.
Embarcados en obligados sueños, a presiones sociales, culturales, mediáticas y familiares, cada pibe con un balón en los pies carga con la obligación de ser "figura", "estrella" y alrededor de ellos se mueve un prolífico mundillo que sin saber nada de pedagogía, de derechos elementales y sin ningún tipo de sensibilidad, los tratan como mercancías.
No sólo no hay control estatal sino que en parte estos estamentos participan de alguna forma de éstas perversas prácticas.
Si el pibe fracasa no importa, hay miles detrás de él, y el mismo técnico o dirigente se olvidará de esa persona como una cosa en desuso.
No sólo se trata de proteger las endebles piernas de estos chicos, también hay que tener en cuenta el daño psicológico a los que son sometidos.
Ya desde las inferiores son subordinados a entrenamientos desmedidos, a una concepción profesional de lo que debería ser lúdico.
Por más genialidad en una gambeta, por más que le ganen al mejor ajedrecista del mundo, son niños. Están en un proceso fundamental de sus vidas que parece ignorado por todos, aun por quienes tienen la obligación de proteger sus derechos.

domingo, 25 de septiembre de 2005

Los ilimitados límites del alambrado


Suplemento Ovación (página 2), 
Diario UNO de Mendoza, 25 de setiembre de 2005

Los reflejos confunden, encandilan, el entorno es extraño, las consecuencias se contradicen.
Comisarios y funcionarios del Ministerio de Justicia y Seguridad convertidos en vedettes tras el fusilamiento a un jugador, buscando felicitaciones por no repetir ese brutal accionar, que fue extraordinario por ser dentro de la cancha, pero cotidiano tras los límites del alambrado, las paredes y la opinión pública.
Otros funcionarios, y dirigentes de la Liga Mendocina de Fútbol festejando un masivo reclutamiento de pequeños embarcados en la ilusión de jugar en Boca, avalando la trata y el comercio de pibes, lejos de toda
planificación y respeto por los derechos de los niños.
En una semana se escenificaron dos suntuosos megafestivales de boxeo, mientras que dos de los pocos dirigentes que quedan se disputan la presidencia de la federación local, jaqueando la institución y el impresionante crecimiento obtenido en los últimos años.
Los aires preelectorales invaden todas las actividades, y cualquier accionar es bueno para marcar
presencia, territorio. Políticos en las canchas jugando a ser hinchas, el “ciudadanos comunes”, buscando ganar un voto, respaldar un puntero, prometer cualquier cosa y seguir ignorando realidades.
La mayoría de los equipos en torneos nacionales se ven obligados a jugar en el Estadio provincial, y éste, administrado como un botín, no es cedido en igualdad de condiciones para que se entrenen, otorgando, en forma indirecta, ventajas a los equipos foráneos; otro granito de arena para la sostenida mediocridad en
la que sobrevivimos deportivamente.
Pero no todo es tan oscuro, Mendoza este año contará en su historia con dos mundiales. Quizás algunos de los pibes reclutados se “salvará” y la tajada dejará a varios con un pedazo. Los policías seguirán un tiempito más sin armas en los espectáculos públicos, por lo menos para las fotos. De tantas promesas los políticos darán algo y quizás sea un acierto con vistas al futuro.

domingo, 28 de agosto de 2005

Dícese amateur, el profesional de la hipocresía

Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 28 de agosto de 2005


Sociedad, política(s) y mercado.Historia, tradición y coyuntura. Esparcimiento, amateurismo y profesionalismo. Valores distintos que se confunden, mezclan y se contradicen, y que hacen a la realidad de nuestro deporte.
La globalización y fuerte mediatización del deporte lo han profesionalizado de manera impensada generando estructuras y expectativas difíciles de sostener.
El deporte ya no es símbolo de nacionalismo y soberanía, tiene una constitución universal, una escalera donde el ascenso por ranking, clasificaciones y categorías le dan un marco ecuménico.
En nuestro medio ya no sólo el fútbol, el básquetbol y el boxeo tienen una estructura profesional en su esencia, en sus bases, también sucede hoy, entre otros, con el tenis, el hockey sobre césped, el rugby.
En los torneos, la proyección apunta a reafirmar la figura del equipo o el atleta en la alta competencia, lo que
significa clasificar a torneos profesionales o en casos individuales emigrar (como en el del rugby o el hockey sobre patines y sobre césped) a otras latitudes donde la práctica de la disciplina es rentada, paga.
Apenas un pibe sobresale en su actividad, la que comienza a practicar en nuestro medio como un divertimento, como un esparcimiento, ya es maquinado, promocionado para “colocarlo” –vía manager o representante– en un club profesional. O se les busca esponsors y se trabaja sobre “la imagen” del mismo.
El alto rendimiento hoy es sin duda profesionalismo, lejos quedaron las aspiraciones amateuristas. Un título
juvenil o una buena participación olímpica significa plataforma para una carrera rentada.
Sobre viejas estructuras Mendoza construye un deporte disociado de la realidad a la que aspiran los deportistas, la que difundimos los medios. Disociadas e hipócritas: fundan un club para la contención social y tanto técnicos como dirigentes promueven a los chicos para negociarlos al exterior, los padres los llevan al
club para que “se entretengan” y les exigen ser Ginóbili, Coria o Riquelme.
Realidad hipócrita, pobres resultados.

lunes, 15 de agosto de 2005

Córdoba mostró que desarrolla otra realidad


Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 15 de agosto de 2005

En el festival del viernes Kordobazo Mundial quedó en claro que en la provincia de Córdoba el deporte está a otra velocidad, sobre todo el boxeo.
El pugilismo viene creciendo en las provincias, un símbolo de éstas son Mendoza y Córdoba, pero las
realidades no son las mismas.
En la Docta el deporte de los puños tiene un fuerte apoyo, planificación y por ende proyección.
Desde el pugilismo amateurs hasta el profesional, en la provincia mediterránea las estructuras potencian cada una de los gimnasios, actividades y proyectos. Desde el alto rendimiento para los amateurs destacados hasta organizaciones promocionales para los rentados.
En Mendoza, los gimnasios trabajan en su mayoría solos, la actividad amateur depende de laorganización,  fuera de toda planificación de los mismos gimnasios, clubes y algunas direcciones de deportes comunales. El boxeo profesional se está acostumbrando por un lado al desplante estatal, y por otro, al desprecio de la Federación Mendocina de Box, la que tiene un declarado perfil amateurista y en contra del profesionalismo,
contradiciendo los sueños, necesidades y proceso natural de los púgiles en nuestro medio.
En Mendoza no hay promotores y éstos sólo aparecen cuando ven un negocio seguro, sin sembrar y generar nuevas alternativas. Por lo que tienen que ser los propios boxeadores y gimnasios los que se hagan cargo.
Por otro lado, y a propósito de los intereses promocionales, a veces tienen actitudes desmedidas. Como fue el caso de Space y Arano Box, que relacionó a la prensa mendocina (tanto gráfica como radial) con Pablo Chacón, el máximo “enemigo” de la Hiena Barrios, y en esa relación directa terminaron discriminando a los
medios que viajaron a Córdoba: por ejemplo, a los radiales casi los mandan a transmitir arriba del techo. Lo que se olvidan es que en Mendoza también se hacen un intenso seguimiento a los púgiles locales relacionados con Arano-Space.

domingo, 24 de julio de 2005

El fundamental reconocimiento


Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 14 de julio de 2005

El reconocimiento es fundamental para las personas. Valorar, difundir, premiar y compartir sus logros, sus
metas, sus ideas, hacen a la trascendencia humana.
El reconocimiento puede ser simbólico o material. Ambos son necesarios y, a su medida, se refuerzan entre sí. En nuestro caso, el deporte, reconocer es ayudar a forzar las condiciones de periferia, incentivar y reforzar instrumentos para llegar al alto rendimiento.
No sólo la publicación y difusión de los logros son importantes en lo simbólico, también hay distinciones
como los premios UNO a la Excelencia Deportiva o los Huarpes, que les abren las puertas a muchos
deportistas, los exponen a la luz pública.
Los deportes amateurs son los que más necesitan del reconocimiento, ya que sus exponentes y figuras están lejos del mercado y otros “valores agregados” de los deportes profesionalizados”.
Otra forma de reconocimiento es la económica, que puede llegar tanto a las instituciones como a los
atletas.
La Subsecretaría de Deportes y Recreación de la provincia ha dado a conocer a los becados 2005 “a la
excelencia”.
Sin dudas es altamente valorable, aplaudible y saludable que el dinero llegue a los atletas, a los clubes y las
federaciones, y que no se pierda en las telarañas y los laberintos burocráticos.
Los deportistas elegidos tienen bien merecido el reconocimiento y sin dudas son parte de la elite mendocina.
Para no generar dudas, la Subsecretaría de Deportes implementó un método de convocatoria e inscripción
buscando la máxima transparencia.
Las designaciones de becas fueron abiertas y transparentes, aunque indudablemente quedaron muchos
deportistas de elite y gran proyección afuera, quizás de los deportes más populares, de los sectores pobres de la sociedad. Y sí, son muchos los que están lejos de la cultura de los trámites, el lobby, las documentaciones, etc, etc. No sólo habría que convocar, también se puede acompañar y ayudar.

lunes, 18 de julio de 2005

Sin estadio central se relega al deporte local


Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 18 de julio de 2005

La falta de un estadio cerrado de gran capacidad en Mendoza (llámese único y central) no sólo es un tema provincial. También es una preocupación nacional.
Este fin de semana en Santiago del Estero, el promotor de boxeo Mario Arano comentaba que “es un deseo
de todos poder escenificar nuestros festivales en Mendoza. (En Buenos Aires consideran que el pugilismo es
el segundo deporte en popularidad en la provincia, donde además tiene historia, boxeadores y aficionados.)
Los estadios en Mendoza son chicos y no satisfacen la estética de Space (el canal de televisión que transmite para Latinoamérica), por eso, por desagracia, no podemos desembarcar en Mendoza, y lo hacemos en provincias con menos tradición”, comentó el promotor premiado en el 2004 por la AMB.
Pero el problema y las consecuencias de no tener un estadio central también recaen en deportes, como el básquetbol, que se ve limitando a un proyecto de Liga Nacional; o el vóleibol, si quiere apuntar a tener un equipo en la Liga Argentina; y el hockey sobre patines, ya que San Juan con su Aldo Cantoni se gana la prioridad.
Mendoza viene desde hace varios años quedando excluida de certámenes internacionales, de convertirse en sede o subsede de mundiales y encuentros de gran importancia deportiva y turística.
También sería un detonante para consolidar una actividad y potenciarla entre sus aficionados.
Un estadio central o único es una necesidad no sólo para conquistar la elite del deporte, sino también lo es para que se pongan en escena espectáculos artísticos.
Por iniciativa privada o estatal, el deporte mendocino necesita una respuesta urgente. No se puede seguir perdiendo posicionamiento.
Los deportistas al no encontrar proyección local terminan emigrando y los clubes no pueden concretar el proyecto de “llegar a la máxima división”.
Será una inversión, deportiva, cultural y económica. Hay varias iniciativas en carpeta pero los tiempos exigen una rápida decisión a lo que se ha convertido en una traba para los mendocinos.

lunes, 11 de julio de 2005

Represión y censura no son la salida


Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 11 de julio de 2005


El tema de seguridad sigue siendo el eje central de discusión en el ambiente del fútbol local. Lejos de una
solución y más lejos de una interpretación cultural y de fondo, los discursos se han relajado en chicanas, prejuicios y acusaciones entre quienes la padecen.
Se les exige a los dirigentes y a la Liga que hagan de policías, cuando no es la función de éstos, a la vez deben pagar al Ministerio de Seguridad, por policías, por seguridad, cuando en realidad se trata de espectáculos públicos organizados por sociedades civiles sin fines de lucro. Y qué reciben los clubes: violencia, traducida en gastos, represión y nada de prevención.
El éxodo de dirigentes y el deterioro de las instituciones a nivel humano y de infraestructuras son consecuencia en gran parte de las crisis económicas que viven éstos.
Están encerrados en un círculo perverso donde la meta está tras un sinfín de torneos, cada vez más largos y menos representativos, de planillas costosas, de gastos fuera de contexto que terminan enriqueciendo a las Ligas, al Consejo Federal y la AFA. Cuesta entender, como ejemplo, que hasta en las divisiones formativas en clubes de barrios periféricos deban pagar por árbitros semiprofesionalizados, o también creer que llegue una solución de esos intermediarios cuando el único objetivo de éstos es el tráfico de piernas (mercadeo de personas, trata de niños).
La violencia también es institucional, y se manifiesta en no entender, en no colaborar y en las exigencias de un ministerio que cobra por reprimir y en políticas deportivas que ignoran la contención social.
Lo más triste es creer que todo lo que está pasando es un fenómeno nuevo, cuando es algo repetido y acentuado. Si proyectamos, nos encontramos con un futuro cada vez más oscuro.
Por ahora, la Liga atinó con censura y proscripción. ¿Cerrar las canchas y considerar a todo espectador un
delincuente es la salida?

lunes, 4 de julio de 2005

¿Los puntos no se ganaban en la cancha?


Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 4 de julio de 2005

¿Es un juego o qué? La sanción, sobrevalorada, parece la esencia del enfrentamiento entre contendientes. Sanción dueña e intérprete de reglamentos, sanción matizada de prejuicios, valores, réditos.
¿Dónde se ganan los puntos, la clasificación y los torneos?
Obsesionados por la sanción y la condena, los límites de los campos de juego se han abstraído.
Conquista y poder, apelación. Oficinas, protesta, lobby, votación, coerción.
La cancha es el estadio, el estadio es la sociedad. El juego es la política, la política es el orden, el orden es el
poder.
Mientras buscan una explicación, por cierto no muy profunda, y una solución aun menos profunda sobre la violencia.
La discusión esta semana en el mundillo de nuestro fútbol ha sido cuál debe ser la sanción a los clubes donde se producen estas manifestaciones, algo nada nuevo y siempre conflictivo.
Vale preguntarse quiénes juegan los partidos y cómo se ganan: ¿en las tribunas, en la Liga...? ¿Es un ministerio?
La popularidad de un deporte lo convierte en un botín. Se presta para el espectáculo, el comercio y la
trascendencia, en muchos casos del dirigente, que logra la presencia mediática que no tendría en otros ámbitos sociales y que le sirve como trampolín político.
Los puntos se ganan en la cancha, y lo hacen los jugadores. Cuando se viola esta esencia, se violenta el
juego, se lo manipula, dejando un claro mensaje: siempre hay un tercero en condiciones de cambiar la historia. Y así, cada cual con su lenguaje, con sus códigos, sus necesidades, soberbia, fuerza y poder, intentará invadir la cancha, desde las tribunas, las oficinas, las comisarías o los ministerios.
Siguen faltando soluciones de fondo. Lo extradeportivo ha invadido el juego, las especulaciones y el desprecio suman más odio y discriminación. La violencia se manifiesta de muchas formas, con piedrazos, con candados y hasta con proyectos de aumentar las entradas para excluir de las tribunas a los más pobres.

domingo, 26 de junio de 2005

Violencia es no entender un poco más allá


Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 26 de junio de 2005

La historia ya es conocida, repetida. Aburre, desespera y parece no tener solución. El remedio se ha
convertido en una enfermedad.Otro acto de violencia le pone un parate al fútbol doméstico. Los hechos tribuneros (en el último Argentino - Guaymallén) seguro que recibirán un castigo deportivo y repercutirán con fuerza en lo institucional.
El problema no es el fútbol ni el deporte, es la sociedad. Acusarán al violento de irracional, pero es totalmente racional: sus códigos, su lenguaje se manifiesta así, devuelve lo que viene recibiendo y exigiendo (con sus signos) lo que se le ha negado. Se reafirma, reconfigura y constituye mediante actos cargados de una simbología fuerte dentro de su mundo, de ese al que ha sido relegado, donde llegó excluido y en el que debe sobrevivir revalidando su poder.
Queda claro que poco importa entender y buscar una solución para las consecuencias de los estragos sociales causados por un Estado fagocitador y cómodo en su miopía. En la popular no está el enemigo, hay un pueblo herido y confundido.
Un acto mínimo (aunque se justifica la decisión del arquero agredido de no querer seguir jugando) terminó en un estallido y esto llevará a nuevas medidas ejemplificadoras, que no son ejemplo de nada ya que no entienden ni atienden el problema de raíz, y así seguirá el éxodo de dirigentes y la desintegración de los clubes, en este caso de una institución de barrio que se estaba reconstituyendo.
No sigamos con moralinas absurdas. Cuidemos los clubes, que son éstos los únicos que les darán a los pibes una oportunidad para cambiar sus códigos, para dejar la calle por un deporte, para canalizar la agresividad en el juego, para encontrar un lugar de contención y socialización menos individualista y violento.
El deporte es un antídoto que pasa desapercibido para muchos y que cumple y suple las responsabilidades de otros, por lo menos déjenlo crecer, desarrollarse. Detrás del árbol hay un bosque.

lunes, 20 de junio de 2005

Los tiempos del “Gran Escupidor”

Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 20 de junio de 2005


Otra semana de símbolos somnolientos y camaleónicos.
Escupió el rostro de un rival y tras un brote de amnesia olvidó lo sucedido. Lo despidieron, cerraron un ciclo, pero se anunció que había renunciado. El Gran Escupidor pasa, el poder no. No había que agitar, ya que puede temblar el plan político al encontrarse que el proyecto económico no se reflejó en el deportivo.
Por estos lares dijeron que querían popularizar y promover un deporte que crece en el país.
Mundial de por medio, sobrada difusión y expectativas al por mayor terminaron encerradas en sus selectos círculos, privaron de tribunas existentes y de alentar al equipo nacional, en los partidos decisivos, a aquellos
que hubieran permitido quitarle el mote de elite social que envuelve al mundillo ovalado.
Mientras las selecciones argentinas de fútbol cerraban la semana ganando, con equipos con mayoría de jugadores fichados en Europa y desconocido para los aficionados, el talentoso basquetbolista Matías Sandes aprovechó el descanso de Boca Juniors, se sacó el traje de candidato NBA y se vino a su Mendoza para volcar su talento en la selección y colaborar para que el año próximo la borravino vuelva al Nacional. Bueno, un poco de mística viene bien.

domingo, 12 de junio de 2005

Manzanita y una historia bajo las sombras

Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 12 de junio de 2005


Ya está acostumbrado a construir su historia bajo varias sombras. Sin bombos ni platillos, esta semana José Pablo Estrella ingresó entre los diez primeros clasificados del ranking mundial en la división de los plumas de la Asociación Mundial de Boxeo.
Manzanita, como lo bautizó la prensa y lo adoptó su gente en Tunuyán, es todo un paradigma.
A los 32 años se da el lujo de proyectarse, de demostrarle a quienes meses atrás eran sus detractores que tiene pasta para estar en la elite del pugilismo internacional. Comenzó su carrera profesional casi a la par de Pablo Chacón y esto le significó quedar “tapado”. Se reveló contra la industria del boxeo, lo que lo llevó a ser relegado. Probó de un lado a otro, marginado e ignorado con el mote del zurdo que se corta fácil. Fue de punto por varios lugares del país y el mundo, y aunque se merecía volver a banca, siguió siendo punto. La experiencia y la voluntad y el apoyo de los suyos le ayudaron a ordenar su vida, a construirla trabajando todo el día, tanto como boxeador, jornalero o lo que hiciera falta.
Ya cerca de ganarse el calificativo de veterano, demuestra cómo día a día crece en técnica y cómo dos o tres turnos de entrenamientos dan sus frutos.
Pablo Estrella fue cambiando, lo que parecía imposible; reguló su temperamento, aprovecha su rendimiento físico, fortalece su punch y embellece su técnica.
Como profesional obsesionado en el futuro de sus hijas y como deportista con la meta de llegar a lo máximo, comparte su nostalgia tunuyanina con el duro trabajo en equipo en el lasherino Gimnasio Pablo Chacón.
Inteligente, locuaz y frontal, sabe que en su mayoría el boxeador llega a un mundo prestado, a un mundo que ya lo tenía sentenciado, excluido y que tiene mil herramientas más para castigarlo con la brutalidad y el sinsentido con el que no lo haría el peor de sus rivales arriba de un ring.
Entre las sombras, Manzanita saca su luz, expande un ejemplo y espera ya confiado su turno para la máxima gloria deportiva.

martes, 7 de junio de 2005

En el cine Artemisia, JuanJosé Farías definió de película

Suplemento Ovación (página 15), Diario UNO de Mendoza 7 de junio de 2005
 El mendocino visitó la lona en dos oportunidades y su rival, Víctor Corvalán, lo tenía a maltraer. A medio minuto del final logró un espectacular nocaut técnico.
Aclaración: 
Esta no es una columna de opinión. Es la crónica de una pelea. De esos festivales donde media lo espectacular, lo heroico y también el absurdo como lo grotesco. Se hizo en un cine teatro de una de la ciudades más bellas del país, Tupungato. Sí en ese cine teatro Artemisia, que fue declarado patrimonio cultural y que años después lo derrumbaron para hacer un shopping

 Juan José Farías (55,3kg) logró una victoria de película. Con una definición típica del desenlace de un verdadero filme dramático. Fue el héroe y protagonista central en el cuadrilátero montado en el cine Artemisia, de Tupungato.
El boxeador del gimnasio Pablo Chacón venció por nocaut técnico (KOT) al santafesino Víctor Ezequiel Corvalán (56kg). La definición llegó en el cuarto asalto a los 2m 27s y a medio minuto del final del pleito.
Farías sintió de entrada la experiencia de su rival. Dubitativo olvidó su argumento central: la defensa (cintura y visteo) y el contragolpe.
Estático, los cross de su rival llegaron a granel, y ya en el primer asalto, la gran sorpresa: Juan José
visitó la lona y recibió conteo.
Le costó recuperarse, y más le costó encontrar la distancia. Por su parte Corvalán se agrandó y nunca dejó de ir al frente. Sin calidad ni técnica, el santafesino se encargó de poner acción y dramatismo, se robo el rol protagónico y conquistó a los espectadores, expectantes en sus butacas.
En el tercer asalto Juan José mostró algo de los suyo, pero en cuentagotas y preso de la preocupación de intuir que estaba abajo en las tarjetas, y encontrarse con el constante repiqueteo de los ampulosos golpes de su rival.
Llegó el último round y de entrada otro cross de derecha volvió a enviar a la lona al mendocino, aunque el árbitro José Polo Fernández (tuvo una actuación de terror) no le dio conteo, que era más
que obvio.
De ahí en más Corvalán salió a buscar la definición y fue lo peor que pudo hacer, ya que tenía el
pleito en el bolsillo.
A medio minuto del final, Farías se metió por adentro y con un terrible gancho que llegó al mentón del visitante dio por terminado el pleito. Corvalán fue a la lona, se intentó levantar pero estaba todo
definido. Groggy demoró varios minutos en reaccionar y cuando lo hizo sólo se acordó del árbitro, y seguro no se olvidará de éste por mucho tiempo. El rincón mendocino, por su parte festejó lleno de sorpresa y preocupación.
Farías sigue invicto y con sus dos combates ganados antes del límite.
Si bien estuvo lejos de su performance, demostró que también es guapo, batallador, de gran pegada y con mucha suerte.
Fue un final de película. El cine Artemisia fue el escenario poco habitual para el pugilismo, en una
velada organizada por los promotores Ginsburg y Sorroche.

lunes, 30 de mayo de 2005

El fenómeno de los argentinos


Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 30 de mayo de 2005

La invasión argentina en las instancias decisivas del Grand Slam de tenis Roland Garros y la clasificación como challenger por el título mundial del veterano boxeador Jorge Castro se agregaron a los éxitos previsibles del fútbol (Boca y River en la Copa Libertadores). A esto se le suma la figura descollante de Emanuel Ginóbili, de los Spurs, en las semifinales de la NBA, y el empate logrado como visitante de los Pumas ante los British Lions.
En pocos días el deporte argentino vive un gran momento. Destaca y desdobla las "probabilidades". Y hay
quienes quieren estudiar un "fenómeno", sobre todo en el tenis.
¿Es un fenómeno? Cuesta entender cómo un país quebrado, periférico y alejado de toda política deportiva
pueda estar en los primeros planos de la elite del deporte mundial.
Si bien la sponsorización juega un papel fundamental para sostener el momento, se trata sólo del momento.
El deporte argentino puede sobrevivir gracias a su primer reducto, los clubes; ésos que se comenzaron a
construir en las primeras décadas del siglo pasado y se fueron potenciando en sus generaciones siguientes.
Mientras hay países obsesionados por la detección y seguimiento de talentos, en Argentina de la cantidad y la casualidad resurgen, a destiempos económicos y políticos, esas figuras. Quizás sea un fenómeno, un asomo de valores culturales que resistieron los avances individualistas y economicistas, más allá de que el
valor del logro deportivo se transforme en valor económico y el esfuerzo se represente un accionar individual.
El club será un buen elemento de análisis para entender el fenómeno, más allá de sus dirigentes y sus federaciones o del Comité Olímpico Argentino a contramano.
El club como lugar de contención, como órgano para escapar de la soledad.
Son éstos, los clubes, los que generan los atletas que brillaron, que brillan y que algún día brillarán. Como
fenómeno este país se formó con muchos clubes y éstos sobreviven con pelotas sobre verdes oxidados, sobre frías baldosas, sobre rings de deshilachadas cuerdas, o en escenarios un poco más cuidados, pero lejos del lujo, y la planificación que el Primer Mundo quiere entender y no puede.

domingo, 22 de mayo de 2005

Lo privado por sobre lo público


Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 22 de mayo de 2005

Relajado el monstruo, sin su bozal, grita y escribe con sus dañinos y enormes tentáculos. Festeja en su gloria de lapidación de lo privado. La supuesta infidelidad que involucra a los futbolistas Ameli y Tuzzio ha sido tapa, y tema central y de análisis. El manotazo también profundizó sobre el enojo del tenista Gaudio con su
colega Coria.
El ámbito privado de las personas vuelve a ser avasallado, burlado con tintes de sainete y hasta con ensayos
sobre si hay profesiones que predisponen a la infidelidad, sobre si existe la amistad entre el hombre y la mujer, y si es recomendable que jueguen juntos los involucrados.
Otra trama telenovelesca se dio con la crítica que Gastón Gaudio le hizo a su colega Coria por no jugar, fingir y pensar sólo en él (y no en el equipo) con vistas a Roland Garros. Sale a la luz la categoría de equipo, nación, compañero en uno de los deportes cuya esencia ideal en su nacimiento, como disciplina de la aristocracia y alta burguesía centroeuropea, era de un “hombre sólo mostrando su destreza, disciplina, inteligencia y fortaleza”. Ameli, Tuzzio, Gaudio y Coria terminan siendo una pantalla de hechos públicos más importantes.
Esta semana, tras 28 años de gestión –pasaron 12 presidentes en la Argentina–, dejó el mando al frente del Comité Olímpico Argentino (COA) el coronel (R) Antonio Rodríguez, aquel que asumió durante la última dictadura, unos meses después de que sus camaradas torturaran y desaparecieran al maratonista Miguel Sánchez.
El coronel se retira con los “honores” de haber adherido al boicot que Estados Unidos encabezó contra los
Juegos Olímpicos de Moscú ’80 y de haber recibido del gobierno australiano una denuncia por hacer “lobby pesado” para votar por Berlín y por no por Sydney (ciudad que terminó votando y fue sede de los Juegos del 2000). Pero Rodríguez no sólo se fue dejando una pesada carga de pobreza deportiva , sino también a su candidato y su línea: ahora, el titular de las federaciones olímpicas del país es Julio Cassanello, quien está en este organismo desde 1975 y fue intendente de Quilmes durante la dictadura militar.
Centrados en la intimidades de los protagonistas, nos olvidamos de los actos públicos que repiten lo más lamentable de nuestra historia.

domingo, 8 de mayo de 2005

Se acordaron de los clubes, ¿y los jugadores?


Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 8 de mayo de 2005

Reconocer las raíces, el proceso formativo y el club de origen es una necesidad, una obligación. Por eso es
bueno el proyecto de ley del legislador Eduardo Bauzá –cuenta con el apoyo de sus colegas Omar Parisi y
Luis Serralta– que buscará justicia para las instituciones futbolísticas locales. Estas deberán recibir una indemnización por cada jugador que firme un contrato profesional en los clubes de la AFA.
Parte del proyecto exige que por cada año de contrato el club de procedencia del jugador deberá recibir dos mil pesos.
El Estado tiene la obligación de controlar y exigir los derechos tanto de los clubes locales, pero también es necesario que no se olviden de los jugadores. Estos atletas, insertados en una cultura globalizada y profesionalizada, no son una simple mercancía, por más que sean considerados sólo como cuerpo cargado de habilidades y destrezas con un corto período temporal y espacial.
Los clubes tienen derechos, pero cuáles, y quién les exige a éstos sus obligaciones. ¿Qué le dan hoy las instituciones mendocinas del balompié a sus pibes? Hoy, lejos de la fuerza y los valores nacientes de contención social-actividad lúdica, ahora además de cobrarles una cuota a la chicos, los entregan a los intermediarios de la perversa industria del fútbol, a los mediadores, managers y representantes.
¿Los clubes son los formadores de los pibes?, si en el mayoría de los casos son los padres lo que tienen que pagar una cuota mensual y el equipo de los chicos.
¿Exigirán derechos las “escuelitas” de fútbol, las gerenciadoras?
El nuevo proyecto de ley es importante porque exige derechos, y deja abierto para que se regule, se conozca y apoye a las instituciones sociales que cumplen varias funciones, muchas de ellas supliendo las obligaciones del Estado.
Ojalá que el proyecto de ley prospere, crezca y también apueste a algo más que pedir un pedazo, una tajada, una porción, del valor agregado de un jugador de un fútbol.

lunes, 25 de abril de 2005

Los técnicos, víctimas de su propia medicina

Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 25 de abril de 2005


La constante en nuestra realidad nos muestra que es la inmediatez la que manda, y en el fútbol nuestro de cada día, donde son los directores técnicos los chivos expiatorios y los primeros en “volar” ante el primer
síntoma de improductividad, ante la crisis de resultados.
Los técnicos llegan y se van. Vuelven y se recambian. Rotan y se intercalan. Desprovistos de un proyecto se les exige ser los motivadores de un cambio radical sobre una estructura establecida.
El técnico es la primera víctima de un deporte exitista, mercantilista e inmediatista.
Pero también es el técnico el dueño absoluto de la filosofía del juego, del diagrama táctico y del ordenamiento técnico, como la disposición de los protagonistas para ingresar a la cancha.
La actividad del técnico tiene una función casi absolutista, no necesita de consensos ni de métodos democráticos. Su visión o su concepción del mecanismo del juego le permite no sólo diagramar un estilo, una idea y un esquema, sino que esto lo establece sobre el control de los cuerpos, de las personas encargadas de darle forma a lo lúdico, la productividad y por ende el score.
El DT determina el presente y el futuro, la trascendencia de sujetos y en el caso de profesionalismo valoriza o no el oficio de los jugadores, por lo que termina condicionando el valor agregado de éstos en su profesión.
Administradores de sujetos, e “ideólogos” de una forma de juego, el técnico sobrepasado por un protagonismo exagerado es sin dudas víctima de un fútbol que no le da la oportunidad de continuidad y planificación, pero desde una cultura del eficientismo frío y calculador, encara una actitud soberbia, totalitaria y personalista (considera que nadie y sobre todo sus dirigidos, los verdaderos protagonistas, no pueden criticarlo u objetarlo)
olvidando que los jugadores son algo más que engranajes y piezas; y que el fútbol tiene un trasfondo mucho más profundo que el simple resultado.

domingo, 17 de abril de 2005

Desábato, ese muchacho del interior

Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 17 de abril de 2005


Este muchacho es un hombre del interior. Esta fue una de las frases con las que don Julio Grondona salió a defender a Leandro Desábato, el jugador de Quilmes que estuvo detenido en un paródico y mediático procedimiento, acusado de injuria calificada tras proferir insultos racistas al delantero del San Pablo Grafite.
El racismo y la xenofobia son moneda corriente en un mundo que se caricaturiza y plasma como constante naturalizada en el fútbol. Los códigos de la cancha superaron sus límites y generaron un escándalo diplomático.
¿Qué quiso decir don Julio con que Desábato es un muchacho del interior? ¿Que también es un “negro de mierda”?
Desábato pagó caro el utilizar una expresión común y habitual en un vocabulario limitado de un país tan
racista y xenófobo como sus vecinos.
¿Qué culpa tiene Desábato de que el argumento central, festejado e institucionalizado, difundido y aceptado,
de toda hinchada gire alrededor del racismo, la xenobofia, la homofobia y el sexismo? ¿Qué culpa tiene el defensor de Quilmes de que un diario deportivo haya alguna vez titulado “Macacos” con referencia a los  brasileños?
Ronaldo y Roberto Carlos son blanco de insultos racistas en Europa, donde en las tribunas militan en forma abierta grupos fascistas y neonazis que adoran un modelo de sociedad que carga con millones de muertos.
Leandro Desábato está pagando caro, como chivo expiatorio, las consecuencias de ser protagonista de un espectáculo colectivo, de intensidad dramática e hipermediatizado, pero sobre todo de ser inconsciente de la carga valorativa, histórica y política que tienen las palabras.
Pero, por otro lado, el brasileño Grafite da un ejemplo a seguir: todo tipo de discriminación debe ser denunciada.
Grafite encontró un arma para exigir justicia e igualdad.
Que las derivaciones diplomáticas con objetivos políticos y la exagerada mediatización no se sean excusa para no reconocer que vivimos en una sociedad que discrimina por la raza, el color y la sexualidad de las personas.

lunes, 4 de abril de 2005

Los desatinos de Nicolino y María Rosa


Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 4 de abril de 2005

Nicolino Locche fue un tipo especial, distinto y en su profesión fue extraordinario, él recibió y recibe ese reconocimiento. Fue un verdadero ídolo, y como tal todas las realidades que lo rodean se transforman, reconfiguran y resignifican.
Hace uno días el Intocable junto a su esposa, María Rosa Gelleni, quien hizo de vocera, afirmó que el ex
campeón mundial se mudará a vivir a Córdoba “ya que el gobernador Cobos le dejó de dar un subsidio del
Estado”.
El boxeo es un deporte duro y sacrificado. Una profesión llena de sinsabores, traiciones y espaldarazos, y es necesario que boxeadores y ex boxeadores reciban apoyo de todo tipo. Pero lo de Locche es un despropósito.
La actitud de los Locche ha pegado duro en el ambiente del deporte.
Nicolino ha sido siempre mimado y premiado. Nicolino tiene una pensión de la SIDE (por su supuesto trabajo en éste lamentable organismo en la época de terror) y recibió durante las gobernaciones de Gabrielli, Lafalla e Iglesias un subsidio del Estado provincial. Durante la gestión de Gabrielli y como parte del “Equipo de los Mendocinos” el Gringo recibió una cantidad de dinero exorbitante, como otros “premios”.
Otra estrategia que se le volvió en contra a María Rosa fue atacar a Pablo Chacón. El gimnasio del lasherino es un emprendimiento privado y puesto al servicio de un trabajo de contención en su comuna.
A Nicolino nunca le interesó enseñar boxeo ni devolverle nada al deporte que le dio todo.
Suma otro error la esposa del Nico, al decir que el reconocimiento siempre llega de afuera. El Cinturón Original que le dará la AMB viene de una gestión hecha por un mendocino (Gustavo Estrella) para que se
realice en Mendoza.
La ambición de los Locche llena de bronca a la gente y tira por tierra el trabajo que los últimos años viene
haciendo su amigo personal Adrián Dottori, quien con su libro, video y presentaciones llena de glamour las
epopeyas del ex campeón, posicionándolo como el máximo boxeador del país, hasta por encima del más grande todos, en todo sentido: Pascual Pérez.

domingo, 20 de marzo de 2005

Suerte Laterra, la necesitará


Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 20 de marzo de 2005

Un escalafón más alto para el laberinto. Deportes ahora es subsecretaría y le dieron la posta a Carlos Hugo Laterra. Buena suerte profe, la necesitará.
Un nuevo funcionario con ganas e ideas nuevas, o no tanto; con más presupuesto y poder buscará cambiarle el rumbo al mediocre deporte mendocino. Lectura ésta más positiva que pensar que sólo se trata de un enroque político para generar expectativas.
Laterra, de entrada, tendrá la pesada mochila de hacerse cargo de un área politizada sin sutilezas.
Ya se encuentra en el centro de un laberinto de añejos atajos a la nada; de punteros descarados, hipócritas y fantasmales. Una madeja de presupuestos inconexos que cuelgan de “programas” de papel. Una estructura en la que deberá cambiar para cambiar, aunque rodeado de lobbistas profesionales, patrones de
estancia que saben cómo usufructuar del Estado, asimilar los cambios y regar sus quintitas.
Todo se ha reinaugurado con una muletilla trillada: “el deporte social”. Una obviedad, ya que se trata del Estado. Pero bien, el deporte social debe ser el medio, la base y no la meta. Este es contención, educación, pero también alto rendimiento. Es un trabajo fino, de planificación a mediano y largo plazo.
Ojalá que se concrete el esperado estadio provincial cubierto y que con el tiempo el renovado deporte mendocino tenga equipos en las ligas nacionales, y que éstos lleguen como un producto del crecimiento local y no con plazas compradas para el mero espectáculo.
Ojalá, Laterra, que pueda sanear las federaciones y que no sea víctima de los individualismos reunidos en la Confederación Mendocina del Deporte.
Ojalá, Laterra, que sea la excepción y que no termine fagocitado por un área que viene aniquilando funcionarios e ideas, y que tan evidente y directo como el deporte es un ámbito de movilidad de intereses partidarios y electorales.
Ojalá, que el deporte, en Deportes y Recreación, como parte de nuestra cultura, encuentre fortaleza e identidad de una vez por todas.

domingo, 13 de marzo de 2005

Crecimiento, contradicción y falta de apoyo

Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 13 de marzo de 2005


En los últimos años, en Mendoza, el boxeo crece geométricamente y esta intensificación de clubes y deportistas ha sobrepasado todas las estructuras. Se ha llegado a un punto de inflexión. En los barrios aparecen nuevos gimnasios y los ya consolidados ven saturadas sus instalaciones.
Las características de los gimnasios es la desolación de implementos; varios de ellos ni siquiera tienen techo. Los pibes deben compartir un par de guantes y guantines durante esa fracción del día, donde un técnico, quien trabaja ad honórem, intenta reconstruir una realidad en barrios difíciles.
El boxeo amateur mendocino ha logrado tener representantes en los últimos tres Juegos Olímpicos y constantemente hay uno en la selección nacional. Y el semillero se proyecta para seguir aportando figuras. Se ha triplicado la cantidad de profesionales (con varios campeones regionales) y en su mayoría se vienen consolidando con un palmarés positivo.
Pero el crecimiento del boxeo genera muchas contradicciones. Por un lado, los gimnasios y los clubes no logran constituirse societariamente y por ende no se proyectan ni fortalecen la federación, que desde hace mucho trabaja con las mismas personas, quienes cumplen las funciones de dirigentes, árbitros y jurados. De
los clubes no llega renovación ni refuerzos.
La cantidad de boxeadores exige más festivales y para éstos hacen falta más elementos y oficiales.
Con lo “poco” que hay, la federación local potencia el amateurismo, su función estatutaria, pero el profesionalismo, a cargo de promotores, no encuentra un calendario establecido que les de aire a los rentados.
El apoyo que necesita el boxeo debe llegar de esos que por un lado subestiman que el sector social lo practica pero por otro le sacan “réditos” a nivel amateur con medallas y representación internacional, como también en el profesionalismo, que aprovechan el rating televisivo y la popularidad que generan las figuras.

lunes, 28 de febrero de 2005

Andes Talleres, todo un fetiche


Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 28 de febrero de 2005

Andes Talleres Sport Club es un objeto de deseo, un fetiche codiciado. Se trata de un club histórico con una gran ubicación geográfica.
Talleres es, para muchos, un punto. Más cerca del mercadeo inmobiliario que de su trayectoria deportiva. Son muchos los que sueñan desde hace mucho con fusionarlo, captarlo, chuparlo, comerlo...
Plantado en Godoy Cruz y tan cerca del centro, la institución de azulgrana parece ser para algunos sólo su valor agregado de la cotización de su metro cuadrado, sus vías de acceso y cercanía. Y hasta más atractivo
se vuelve al ser “cubierto” por la ley de inembargabilidad.
Probó Regatas, y hace poco Andino Mendoza. También le echó el ojo una empresa para construir un shopping.
Diezmado futbolísticamente y con pocas chances en tiempos de gerenciamientos y proliferación de divisiones, el viejo Matador es visto como un torero cansado, distraído y sin fuerzas, fácil de atropellar y cornear.
Las alianzas son buenas cuando suman, cuando significan un crecimiento, una consolidación, cuando son parte de un proyecto integral, no cuando un club sólo piensa en aumentar los “servicios” para “sus” socios del club a costa de otro, o cuando una actividad en crecimiento se aprovecha para terminar con otra.
La institución de Belgrano y Castellani es parte de lo más grande de nuestro básquetbol, de nuestro hockey sobre patines, de nuestro fútbol. Son sus deportes fundamentales y cada uno de éstos forman la esencia de Andes Talleres, un club que nació desde la periferia con los sueños y proyectos de un grupo de trabajadores.
Ojalá que Regatas encuentre los espacios físicos para su expansión, que Andino y el hockey sobre césped tengan un gran estadio con capacidad para varios miles de espectadores, pero no a costa de Andes Talleres, que más allá de la mala coyuntura que atraviesa, de sus pocos socios e ingresos, tiene su historia, su mística y sus necesidades.

domingo, 20 de febrero de 2005

¿Para qué sirve el control antidoping?

Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 20 de febrero de 2005


Por favor no hagan control antidoping. ¿Qué sentido tiene? ¿Para qué sirve? No expongan más al ciclismo, justo ahora con la Vuelta de Mendoza. El control antidopaje es un contrasentido, ensucia y no cura, mancha y no hace justicia. Sólo daña a la persona no al deportista. Primero habría que haber educado, y no se hizo. Segundo tendría que existir una conciencia, una ética, de que el doparse es trampa, y no existe ese “valor”, todo lo contrario, es visto, por los deportistas, como una práctica habitual, necesaria, y una forma de supervivencia.
¿Para qué hacer el control antidoping?, para que desde la prensa luego hagamos de policías tratando de saber dónde se perdieron las muestras, por qué no se dan a conocer los resultados, o por qué los dopados no fueron "condenados" gracias a la orden de juez “amigo”.
Para qué che, para que el ciclismo siga siendo sinónimo de dopaje, si este existe en todos los deportes.
Esos moralistas e hipócritas que apuntan contra el ciclismo llenan de anabólicos a sus hijos para que crezcan y crezcan para sobrepasar la red, lograr una volcada o arrasar en un scrum.
Los “científicos deportólogos” son los especialistas, discuten y recomiendan cuáles son las medidas exactas de sustancias –para lograr el mejor efecto, producción, rentabilidad– y que no lleguen al límite penado por la ley.
Recetan y suministran pero en la medida justa, hasta que cambie la ley y deban bajar o subir la medida de la dosis. También, y es común el "todo vale" fuera de la época de competencia, en la pretemporada.
Y a todo esto el deportista, con su conciencia de que su único capital es el cuerpo y que el tiempo lo apura, acepta cualquier "inversión". Luego vienen las recetas caseras y los errores.
Espectáculo o deporte, presente o futuro, deportista o publicidad sobre ruedas. Son preguntas que necesitan respuestas y generar una cultura para que el deportista en un futuro necesite defender el deporte concientizado de que el dopaje es una trampa y que daña a su cuerpo.

domingo, 6 de febrero de 2005

Que se trate de está de joda cambios, y no de un enroque

Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 6 de febrero de 2005


Los cambios en las estructuras ministeriales que está a un paso de concretar el Gobierno provincial elevarían al área de Deportes de dirección a subsecretaría, la que estará dentro del Ministerio de Gobierno. La última vez que Deportes fue subsecretaría fue durante la gestión de Jorge Quiroga (gobernaba Rodolfo Gabrielli), que dependía de Gobernación.
El nuevo “escalafón” vendría acompañado de un aumento de presupuesto. La idea se presenta como más poder, menos burocracia y más plata.
El deporte necesita cambios urgentes. Ahora llegarán aunque esperemos que no sea la constante de siempre, un enroque de carteras y funcionarios para repetir los viejos vicios de la política, nombramientos de punteros y la creación de cientos de programas sin objetivo, que no se concretan o no llegan a nada.
Ya es hora de que en Deportes comprendan la necesidad de volcarse a políticas sociales, de contención. De conocer y reconocer las condiciones en que se desarrolla y en las que se involucran la mayoría de los deportistas lejos de lo elemental en alimentación y salud.
Sería un buen momento para lograr un acercamiento entre Deportes y la escuela, para lograr una continuidad entre ambas, una potenciación, especialización y desarrollo.
Conocer las bases potenciales, la historia, la coyuntura, será un paso importante, sobre todo para lograr apuntalar las disciplinas que pueden llegar a tener posibilidades en el alto rendimiento.
Un estricto control sobre la gestión de la federaciones y derivar “responsabilidades y presupuestos” para éstas sería otra buena idea para no dejar que todo se desvanezca en los crecientes como burocráticos boxes donde se cuece el presente de nuestro deporte en las oficinas del Estadio provincial.
Más allá de los nombres, continúen o no los funcionarios actuales, el gran dilema estará en ver si se rompe con la estructura clásica de gobierno para implementar ideas renovadas y romper a las necesidades partidarias, de lobby y de ese alejamiento de las necesidades y la realidad de las distintas actividades que sobreviven en la provincia.

domingo, 30 de enero de 2005

El agua, un bidón y toda la argentinidad


Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza. 30 de enero de 2005

El agua, elemento con fuertes y milenarios significados en todas las culturas. El agua, el fútbol, la Argentina, la argentinidad y un bidón fueron noticia en el mundo. Quince años después terminó por desnudarse un secreto, por reconocerse un accionar como de su complicidad y colaboracionismo.
En el Mundial ´90, entre los bidones de agua de nuestra selección, había uno para los rivales y estaba contaminado con sedantes (dopado, envenenado).
Por lo menos un jugador de Brasil sufrió la consecuencia y con el tiempo cayó el mito al ser reconocido, pero como "picardía". ¿Y ante esto qué? Grondona le dio duro a Maradona por revelar el hecho, Bilardo no lo termina de reconocer, otros como Pedro Troglio, hablan de las enseñanzas que dicen que "no hay que tomar agua del rival". Otros festejan el hecho como si se tratara de una gracia y hasta de una conquista.
Envenenar el agua del rival es una falta de lealtad, de códigos, de ética, de profesionalismo, de escrúpulos, es un perverso acto de corrupción. Se trata de una actitud netamente antideportiva.
Picardía o un acto miserable. Sí, un acto miserable a cargo de un médico, Carlos Bilardo, al que se le tendría que prohibir pisar una cancha de fútbol, un símbolo de una sociedad decadente, ventajista y desleal. Grondona le debe una gran explicación a la FIFA y ésta tendría que sancionar al fútbol argentino, a sus dirigentes. Por acá todavía esperamos un mea culpa por parte del zar del balompié nacional.
Si seguimos festejando actos como éstos, idolatrando a los violentos de las tribunas, después no nos quejemos, el fútbol es nuestro espejo y nos regocijamos sobre los espejismos que generan las manifestaciones más corruptas.
Recordemos que nuestro país organizó un mundial para ocultar un genocidio, y como si fuera poco, hasta compró un partido, parece que no aprendimos, que seguimos encandilados por el mismo circo para el que todo es un acto mínimo, una picardía, la que nos desvaloriza cada vez más como personas.

lunes, 24 de enero de 2005

Democratizar las federaciones


Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 24 de enero de 2005

Democratizar las federaciones es uno de los objetivos que tiene la Secretaría Deportes de la Nación, conducida por Claudio Morresi. Quieren que los mandatos de los presidentes no duren más de dos períodos, como condición para que los entes federativos reciban apoyo de la nación, quienes han ”descubierto” que varios deportes tienen menos atletas federados que hace 50 años y que sin contar el fútbol, en todo país sólo hay 150 deportistas de alto rendimiento. Que sólo 49 de las 227 federaciones que hay en el país están en regla en lo que respecta a la situación tributaria y formal de las mismas.
En los últimos años un estado casi ausente dejó toda la responsabilidad en las federaciones y asociaciones, las que en su mayoría se aburguesaron y se alejaron cada vez más de la realidad de los clubes que representan.
Si bien hay varias excepciones, la constante en los organismos de representación son estatutos añejos y representantes fantasmas. Lejos de un espíritu democrático y con una visión solidaria en los entes federativos, terminan de germinar los vicios que les llegan desde los pocos clubes que subsisten: una actitud por un lado conservadora a la hora de los cambios y la autocrítica, una seducción por el “gerenciamiento” y la complicidad con los estados municipales, quienes los invaden con sus equipos huérfanos de toda estructura y proyecto a largo plazo.
El lobby como herramienta que subyace lo deportivo. El cargo como trampolín político y empresarial, más allá de un proyecto socialdeportivo.
Para muchos, el escudo democrático es cumplir con los requerimientos de Personas Jurídicas, más allá de que esto signifique que figuren clubes fantasmas y delegados elegidos a dedo para sostener los intereses del
presidente y su séquito.
La democratización no llegará por una medida de la Secretaria de Deportes de la Nación, llegará desde de los clubes, con el saneamiento de éstos y la participación popular, para que desde ahí presionen y construyan una federación comprometida con su gente y con el deporte.