Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 20 de junio de 2005
Otra semana de símbolos somnolientos y camaleónicos.
Escupió el rostro de un rival y tras un brote de amnesia olvidó lo sucedido. Lo despidieron, cerraron un ciclo, pero se anunció que había renunciado. El Gran Escupidor pasa, el poder no. No había que agitar, ya que puede temblar el plan político al encontrarse que el proyecto económico no se reflejó en el deportivo.
Por estos lares dijeron que querían popularizar y promover un deporte que crece en el país.
Mundial de por medio, sobrada difusión y expectativas al por mayor terminaron encerradas en sus selectos círculos, privaron de tribunas existentes y de alentar al equipo nacional, en los partidos decisivos, a aquellos
que hubieran permitido quitarle el mote de elite social que envuelve al mundillo ovalado.
Mientras las selecciones argentinas de fútbol cerraban la semana ganando, con equipos con mayoría de jugadores fichados en Europa y desconocido para los aficionados, el talentoso basquetbolista Matías Sandes aprovechó el descanso de Boca Juniors, se sacó el traje de candidato NBA y se vino a su Mendoza para volcar su talento en la selección y colaborar para que el año próximo la borravino vuelva al Nacional. Bueno, un poco de mística viene bien.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario