domingo, 12 de junio de 2005

Manzanita y una historia bajo las sombras

Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 12 de junio de 2005


Ya está acostumbrado a construir su historia bajo varias sombras. Sin bombos ni platillos, esta semana José Pablo Estrella ingresó entre los diez primeros clasificados del ranking mundial en la división de los plumas de la Asociación Mundial de Boxeo.
Manzanita, como lo bautizó la prensa y lo adoptó su gente en Tunuyán, es todo un paradigma.
A los 32 años se da el lujo de proyectarse, de demostrarle a quienes meses atrás eran sus detractores que tiene pasta para estar en la elite del pugilismo internacional. Comenzó su carrera profesional casi a la par de Pablo Chacón y esto le significó quedar “tapado”. Se reveló contra la industria del boxeo, lo que lo llevó a ser relegado. Probó de un lado a otro, marginado e ignorado con el mote del zurdo que se corta fácil. Fue de punto por varios lugares del país y el mundo, y aunque se merecía volver a banca, siguió siendo punto. La experiencia y la voluntad y el apoyo de los suyos le ayudaron a ordenar su vida, a construirla trabajando todo el día, tanto como boxeador, jornalero o lo que hiciera falta.
Ya cerca de ganarse el calificativo de veterano, demuestra cómo día a día crece en técnica y cómo dos o tres turnos de entrenamientos dan sus frutos.
Pablo Estrella fue cambiando, lo que parecía imposible; reguló su temperamento, aprovecha su rendimiento físico, fortalece su punch y embellece su técnica.
Como profesional obsesionado en el futuro de sus hijas y como deportista con la meta de llegar a lo máximo, comparte su nostalgia tunuyanina con el duro trabajo en equipo en el lasherino Gimnasio Pablo Chacón.
Inteligente, locuaz y frontal, sabe que en su mayoría el boxeador llega a un mundo prestado, a un mundo que ya lo tenía sentenciado, excluido y que tiene mil herramientas más para castigarlo con la brutalidad y el sinsentido con el que no lo haría el peor de sus rivales arriba de un ring.
Entre las sombras, Manzanita saca su luz, expande un ejemplo y espera ya confiado su turno para la máxima gloria deportiva.

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