jueves, 19 de junio de 2014

Los funcionarios del apasionado descrédito o del “todo pasa”

Diario UNO de Mendoza, 18 de junio de 2014

Apasionado descrédito. El hecho de que trascienda que cuatro, cinco o diez funcionarios (ejecutivos y legislativos) mendocinos estuvieran viendo un partido de Argentina en el Mundial de Brasil abrió un fuerte debate, suspicacias y reavivó, por un rato, sobre todo en los entretiempos, las internas partidarias.
Imaginemos si multiplicamos el caso mendocino por cada comuna, legislatura y gobernación del país, le agregamos los ministerios y entes nacionales así llegamos a la conclusión de que se trata de centenares, de miles.
Aclaremos que en esta especulación no contamos a amigos o familiares que hacen las veces de acompañantes. Esta aproximación numérica nos llevaría a que una buena parte de la apasionada hinchada argentina está compuesta de funcionarios, quienes juntos con barrabravas y unos pocos turistas cumplirían con los estereotipos de las publicidades que taladran con off e imágenes sensibleras, con tanto chauvinismo barato dotado de adjetivos para recargar de bendito nacionalismo a cuanta cerveza, televisor o alfiler fabricado por alguna multinacional asociado a algún fondo buitre, que no conoce de fronteras pero si de banderas y jueces.
Descrédito apasionado. Estos funcionarios son hinchas verdaderos ya que con sus viajes siguen representado a su pueblo, llevando los colores de su patria por el mundo, uniéndose a sus históricos rivales políticos en nombre de la Albiceleste, por lo menos la futbolera.

jueves, 12 de junio de 2014

Esos sueldos y esas trafics tan lejos de una verdadera democracia

Diario UNO de Mendoza (página 10), 11 de junio de 2014

Son improductivos, desconocidos y para nada representativos. Esta vez quedaron en foco los legisladores municipales, esos concejales de consejos de bolsillo y de billeteras que embolsan sueldos que superan los $30.000. ¿Es tanto? Y sí, es una barbaridad, un despropósito, una burla, una provocación cuando se lo compara con lo que cobra un docente, un obrero de su misma comuna o un empleado de comercio, quienes nunca fueron consultados sobre cuánto deberían ganar sus “representantes”.
El 99,999% de los vecinos desconoce desde el nombre y obviamente la trayectoria (si es que la tienen) de sus ediles. Es más, éstos llegaron a su banca detrás de un intendente cuyo único valor en consideración es la asiduidad con que limpian las acequias. En muchos casos representan a los intereses de líneas internas partidarias contrapuestas al mismo mandatario comunal, o son los punteros del cacique del municipio vecino, o son el pariente de alguien dispuesto a tomar el trono si el jefe avanza un par de casilleros en la carrera política.

sábado, 7 de junio de 2014

De la Gazeta de Buenos Aires a Máxima y Juan Carlos

Diario UNO de Mendoza (página 10), 4 de junio de 2014

Son varios los horizontes que construyen muros sobre la idea de periodismo, la de periodista o la de medio, más allá de que estos tres elementos imbuidos de edificaciones teóricas, semánticas y morales se confundan, se presten impresiones, posturas y barnices, por más que busquen sombra bajo el mismo alero. Y por estos días se confunden aún más en las redacciones de los medios, donde obviamente hay periodistas que dicen hacer periodismo. Y así en la disimulada y solapada confusión comienzan a llegar los sobres (y también mails) con salutaciones, invitaciones y algunos presentes, los que por más onerosos que sean jamás estarán a la altura del ego de la gente que hace prensa.
Claro, el 7 de junio se festeja el Día del Periodista, fecha elegida para conmemorar el primer número, el 7 junio de 1810, de la Gazeta de Buenos Aires, el primer órgano de prensa que tuvieron los independentistas argentinos como una de sus estrategias políticas y de propaganda. Algunos de los “patriotas” que impulsaron aquel periódico semanal fueron Mariano Moreno, Juan José Castelli, Manuel Belgrano y Manuel Alberti. Hace más de dos siglos estas personas con ideas revolucionarias debían convivir con el dominio del rey y a la vez profundizar las ideas republicanas para derrocar la monarquía, la realeza, la tiranía; para constituirse como Nación, Estado e individuos libres.
Más allá de que se consiguió la independencia y la república, es triste ver doscientos años después cómo los medios de comunicación de este lado, los que dicen pertenecer a tierras emancipadas, destinan centímetros y horas de aire en mostrar y adular a las “realezas” europeas, a la “nobleza”, y pasaron días llorando el accidente de una británica, y luego vanaglorian a una holandesa con raíces argentinas, y ahora rescatan los valores de don Juan Carlos, el rey de España que abdicó en su hijo, el príncipe de Asturias. Sí, el cuentito de reyes, princesas, infantes, duques, marquesas y condes parece que es una las grandes formas de vender ideología, creencias, mitos y mediocridad.