miércoles, 25 de enero de 2012

Sobre etiquetas y otros rótulos

Diario UNO de Mendoza, 25 de enero de 2012
El contenido está cada vez más aislado, desvirtuado. 
Lo importante es sólo un diseño de superficie
Cubriendo el envase y más allá del contenido, está la etiqueta. La etiqueta sobre todo, sobre el todo.
Un grupo de bodegas son investigadas por falsificar sus vinos, los que siguen siendo vinos pero no son lo que dice la etiqueta, todo esto más allá de que el consumidor está seguro de haber consumido la etiqueta y sólo se lo terminará desmintiendo una planilla contable tras una resolución en un despacho judicial.
El paladar no es nada, está perdido sin la etiqueta que lleva el gusto en sus formas, sus diseños, su tipografía y, obviamente, su precio.
Necesitamos rotularnos, queremos escapar de ser un blend y menos una mezcla sin proporciones definidas, sin una mayúscula delante de la denominación. Nada mejor que llevar un mote bien varietal.
La etiqueta, o rótulo, o tag (en el mundo 2.0) no sólo es una identificación, un código, una convención, son también expectativas de comportamiento social, de conductas, de decoro. Son las maneras para integrarse, para pertenecer a un exhibidor, para aumentar la cotización. Termina siendo el valor agregado mucho más valioso que su sustento.

miércoles, 18 de enero de 2012

Sobre basuras y otras porquerías

Diario UNO de Mendoza, 18 de enero de 2012
Pululan, crecen y se amontonan. 
Ya son una marca registrada de estos tiempos y de estas tierras
La basura deja su huella, su impronta y su marca registrada. Es como un testimonio de rutinas, de modos y costumbres. O también se evidencia como tic y reflejo cultural.
Pulula, crece, se amontona. La basura está por todos lados: en las calles, las plazas, las acequias, en los pocos espacios verdes y en los costados de las rutas.
Basura, suciedad, residuos, desechos. Manifestación fáctica de consumo, de trascendencia light, de vínculos cargados de mugre (por sus características grasientas) y llenos de esa roña (con su connotación corpórea) que cree desaparecer al refregarse sobre sí misma. Envases, envoltorios, bolsas, sobrantes. Son esa parte de la porquería que se deja atrás cuando la otra parte sació el instante, lo efímero.
Recorrer el Parque es también visitar un sembradío de hediondos pañales, botellas, papeles y flameantes plásticos, nailons y látex decolorados y abrazados entre sí en algún tronco o flotando en las márgenes del Lago.

miércoles, 11 de enero de 2012

El acalorado lobby de unas corporaciones

Diario UNO de Mendoza, 11 de enero de 2012 (Página 10)
Los grupos de presión contra los Ingresos Brutos e inspecciones laborales 
estuvieron al nivel de la térmica

Son obvios, recurrentes e históricos. Con fuerte presencia coloquial, con tradición encubierta y de moda en el discurso político. Estos tres elementos son el calor, el lobby corporativo y los relatos de los productores, los que se han apoderado hace unas semanas no sólo de la cima del termómetro, sino de la idea de  mendocinidad.
Se calcula que la temperatura empezó a subir en el mundo hace más de un siglo y medio a la par que las calderas hacían arder el carbón en fábricas, barcos y trenes durante el sostenido crecimiento de la Revolución Industrial. Por esos tiempos, se consolidaban los grupos de presión conformados por organizaciones empresariales, financieras y profesionales, que afinaban sus alianzas y estrategias en pos de sus intereses y nada más que estos.
En Mendoza, por estos días decenas de estas corporaciones y de estos consejos avanzaron e hicieron lobby sobre el poder político intentando frenar una ley impulsada por el Ejecutivo que les devuelve la obligación de pagar un impuesto al eliminar el privilegio de la tasa cero en los Ingresos Brutos.
Si bien se trata de una minoría con respecto al grueso de la población, estos grupos son quienes cuentan con “pares” en los sectores de decisión política, y quienes sustentan campañas y estructuras partidarias. Por lo que la coyuntura les da soltura para, como en este caso, adoctrinar, presionar y dictarle (exigirle) a la
oposición legislativa los rumbos (o el voto) a seguir.

miércoles, 4 de enero de 2012

Una ley de terror: la antiterrorista

Diario UNO de Mendoza, 4 de enero de 2011 (Página 10)
Intereses financieros internacionales arman a la Justicia
para criminalizar la protesta social
“Aterrorizar” es la expresión difusa, ambigua, polisémica, vaga, laxa, gris, abstracta, imprecisa, amplia que sostiene a una de las leyes exprés votada y rápidamente promulgada que le posibilita al poder político a perseguir y criminalizar la protesta social.
Las manos oficialistas en el Congreso de la Nación se levantaron sin debate alguno para sancionar una nueva ley antiterrorista, la que sin parámetros claros ni tipificación concreta arma a los jueces de la potestad de considerar terrorista a cualquier individuo u organización cuando sus acciones “hubiesen sido cometidos con la finalidad de aterrorizar a la población u obligar a las autoridades públicas nacionales o gobiernos extranjeros o agentes de una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo”.
Para la categoría de terrorista con la que ahora está dotada la legislación, y obviamente según la sensibilidad e interpretación política y moral de algún juez, podrían ser considerados como tales: los indígenas que luchan por recuperar sus tierras ocupadas por una multinacional; los ambientalistas que cortan puentes o el ingreso a una mina o irrumpen en una legislatura; los obreros que ocupan una fábrica, aunque ésta esté quebrada y abandonada y quieran recuperarla; docentes que arman una carpa en una plaza por aumento de presupuesto; desocupados que se concentran frente a un supermercado pidiendo comida; mujeres que se apoderan del espacio público pidiendo la despenalización del aborto; estudiantes que toman facultades contra un arancel o recorte.