Suplemento Ovación,
Diario UNO de Mendoza, 19 de agosto de 2007
Las internas en la barra brava de River, los Borrachos del Tablón, que hace unos días obligó a la suspensión de un partido por un asesinato, viene develando cuál es el funcionamiento, los intereses y manejos que tienen dentro del club.
Aguilar debe dar explicaciones de la participación social y económica de los violentos dentro del club,entre otros el manejo de entradas y “porcentajes en la venta de jugadores”, que las fracciones duras reconocen como uno de los motivos de los enfrentamientos.
La lucha es por el poder y conseguir mayores “réditos” para los suyos. Esto no es una casualidad, una
novedad y no es en el único club, es una constante dentro del fútbol argentino que crece y se consolida año tras año.
Ahora se trata de enfrentamientos internos, pero es otra forma de demostrar su poder y cruzarse con parcialidades rivales.
En Mendoza el año pasado, en el primer partido que el Tomba iba a realizar como local, los “duros”
hicieron suspender el cotejo como forma de presionar a los directivos del club.
Aguilar debe dar respuestas para poder legislar y actuar sobre las acciones mafiosas que tanto daño le están haciendo al fútbol.
Mientras tanto, quienes miran para otro lado y no quieren meterse con los empresarios de la violencia enquistados en una tribuna prefieren proscribir a quienes nada tienen que ver, así se anula gran parte de la mística del fútbol prohibiendo la asistencia de los hinchas visitantes, y sobre todo se jaquea las libertades individuales de los ciudadanos, como las de quienes asisten a un espectáculo público.
No es justo ver cómo conviven hoy en nuestro fútbol esos hinchas que apoyan y hasta colaboran para salvar y sostener a sus instituciones con esos que usufructúan a costa de lo que sea.