Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 24 de octubre de 2005
Ayer la pelota no botó, en un día de votos. En la argentina no hubo deportes, aunque sí muchos partidos,
más de los que la mayoría pensaba que estaban programados. Largas colas esperaron, no por un boleto,
sino por un sobre (bueno, fueron dos), que terminaría dirimiendo un resultado.
Los partidos, como equipos, tenían formaciones, aunque no figuraba el técnico y la alineación no la podían
dar de corrido a nadie.
ayer no hubo deportes pero ganar fue el objetivo de varios: tomar la delantera, tener el control, el dominio; en síntesis, liderar. No faltaron táctica y estrategia.
Los canales de deportes se apoyaron en el extranjero o en el archivo, mientras que para los de noticias el “Boca” más importante era el de urna, y no cesaban de darle tranquilidad al favorito y analizar por cuántos cuerpos se impondría sobre sus rivales cuando pasara el disco.
Un domingo distinto, de esos que alguna vez también despertaron pasiones, de los que ya no valoran, de los que recuperarlos costó muchas vidas. Ayer no hubo deportes, aunque para muchos se trató de una movida clave sobre el tablero escondido dentro de varios tableros donde se buscaba jaquear algún rey golpeando a un sacrificado peón. Para otros se trató de armar una defensa con vistas al futuro, y algún otro, después de venir pegando duro y buscando el punch de nocaut, esperaba por el campanazo final para abrazarse con su amigo y colega, el opositor.
Un domingo de tribunas vacías, aunque días atrás los mismos protagonistas del domingo electoral las llenaron, aunque en vez de recaudación necesitaron de una fuerte inversión para no encontrase con las gradas vacías.
No hubo deportes pero sí mucha competencia, con poco de juego limpio y con varios golpes bajos.
Llegaban planteos chatos, conservadores, sin creatividad, apoyados en una figura como máximo argumento, y al final, en la noche de ayer, donde no hubo deportes, varios sacaron las banderas y festejaron.