Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 29 de abril de 2007
campeón, Jorge Osvaldo Domínguez, quien dio la gran sorpresa al vencer al al ex campeón mundial Julio César Vásquez, el Puma se quedó con Latino de la Organización Mundial, y en el mítico estadio de Corrientes y Bouchard dejó sellado como sinónimo de buen boxeo a Malargüe.
Es cierto y no es casualidad, que durante años el equipo pugilístico del poli malargüino fue protagonista de los torneos locales y nacionales, con representantes en la selección mendocina y nacional, y ahora eso repercute con grandes resultados en el profesionalismo.
El nombre de muchas ciudades es conocido por sus deportistas (Unquillo no sería tan nombrada sin Nalbandian, como Arrecifes sin los Di Palma, por dar dos ejemplos). El atleta se convierte un una especie
de embajador de su tierra, de su gente, más allá del deporte. No es difícil arriesgar que en la historia
deportiva malargüina Reveco, y ahora el Puma deben ser, lejos, sus principales referentes.
Lo que cuesta explicar es por qué se abandonó el proyecto boxístico en Malargüe, por qué se desperdició a un talento como Marcelo Arroyo (múltiple campeón amateur con exquisitas condiciones técnicas), entre otros. Es difícil entender por qué Malargüe ya no participa en los torneos locales desde hace dos años.
Por una cuestión climática, cultural, social, deportiva y hasta turística el boxeo malargüino (que tiene varios colaboradores) está obligado a recuperar terreno, a volver a ser protagonista y partícipe del amateurismo local ya que es éste la escuela de grandes profesionales y un lugar de contención clave en nuestra sociedad
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