Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza 13 de julio de 2008
La sequía de representantes mendocinos en los Juegos Olímpicos de Pekín ha abierto un abanico de críticas y análisis.
Mendoza como región, como provincia, como estado, maneja un presupuesto y una historia deportiva en un gran territorio y con una población numerosa.
Por estas tierras se practica una gran cantidad de disciplinas, quizás más que en otras ciudades importantes del país, pero a la hora de la proyección todo queda a nivel local, ya que a nivel internacional la performance es de clase “C” o hasta “Z”. Ya no se logran clasificaciones internacionales ni en los repechajes.
Sólo se aspira a alguna casualidad, talento o invitación. Está claro que si se quiere proyección hay que planificar y para eso hay que arriesgarse a un costo político muy caro: elegir, decidir. Se deben analizar la
coyuntura y las estructuras con que cuentan los distintos deportes, y luego invertir en lo económico para capacitar, desarrollar y llegar a la alta competencia. Para eso, unas pocas disciplinas contarán con el objetivo político del alto rendimiento (el serio, por supuesto), lo que no quita el trabajo de contención social. Es más, pueden ir juntos. También es cierto que para eso debe haber una conjunción entre el Estado provincial, las comunas, las federaciones y los clubes. Además, que la presión de los sectores que coquetean con el poder son muchas veces determinantes para invertir en proyectos esporádicos y que sólo son una pantalla, puro humo, más allá de lo marquetinero de los planes.
Tengamos como ejemplo que la gran esperanza en el medallero argentino está en el fútbol, el básquetbol y el yachting, tres disciplinas ajenas a la planificación del Estado. Las dos primeras se tratan de dos “industrias”
superprofesionales donde nuestro país es potencia con figuras internacionales y la tercera es bancada por los propios deportistas que cuentan con recursos propios o de sus sponsors.
Distinto es el caso del hockey sobre césped y la natación, donde el Estado sí tuvo una decisión y elección
políticas.
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