Diario UNO de Mendoza (página 10), 9 de julio de 2014
Y la Justicia siguió de largo en San Martín, o no estaba para perder tiempo comprometiéndose con eso que uno no debe comprometerse, o quizás está de vacaciones, de receso, tal vez andaba por Brasil acompañando a algún barrabrava en un bar en la playa tras un partido, y luego de comprar entradas de reventa a un dirigente connacional. O quizás se había tomado el tiempo necesario para consolar y aconsejar a algún vicepresidente y explicarle que se trababa de un error, que todo estaría como tiene que estar, que algo raro había pasado, que la cosas no funcionan así.
O puede ser también que la Justicia se había calzado el casco y amparada en la ley antiterrorista baleaba y detenía trabajadores y trabajadoras que defendían sus puestos de trabajo.
La justicia como concepto termina siendo sólo un deseo, una consigna, una necesidad.
La Justicia, esa de acá, de un poco más allá o hasta la del juez Griesa, es un mismo gremio, la misma corporación. Una estructura compleja, burocrática pero efectiva para lo que debe efectivizar.