La recurrente estrategia de defenderse mostrando sus parecidos

Diario UNO de Mendoza (página 10), 2 de Julio de 2014 

No hay mejor defensa que mostrar la mierda propia en los bolsillos, en la frente, en las manos del denunciante. Por estos días, donde el meganegocio del megaespectáculo mundial nos tiene -como nación- con uno de los roles protagónicos detrás de la Brazuca, donde la ciudadanía se mancomuna en la preocupación, la expectativa y las ansias. Entretanto, o por lo tanto la economía y la política siguen haciendo de las suyas mientras aumenta los réditos y privilegios para unos pocos, esos mismos que a su forma se esconden detrás del redondo show del que son dueños de algunas de sus franquicias.
Entre programas mundialistas y las publicidades chauvinistas hay algunos espacios muertos donde se filtra alguna noticia extrafutbolera, y así la campaña por la supervivencia y los casilleros para el 2015 sigue minando de retórica. No es nuevo que el precandidato presidencial Julio Cobos haya avalado la teoría de los dos demonios, lo nuevo es que viajara a Malvinas con un ex carapintada, lo que fue suficiente, y no era para menos, para que el oficialismo le diera duro, y claro están a hiperdefensiva. Ante el ataque la defensa de los correligionarios del ex gobernador y ex vicepresidente fue mostrar la cantidad de funcionarios, entre ellos el jefe del Ejército, César Milani, señalados por delitos de lesa humanidad, o los viajes “similares” realizados a la isla por la Nación hace un tiempo.

Y claro el gobierno, el oficialismo tiene un problema cada vez más grave en lo político: su vicepresidente, Amado Boudou, esta procesado, acusado de delitos graves relacionados con la corrupción. Para eso la respuesta es mostrar que también está procesado, desde varios años, Mauricio Macri uno de los rivales (y no tanto) del sector de turno sediento por acaparar más poder, sobre todo el nacional. Aunque en lo económico las respuestas no son tan disuasivas, ni defensivas por lo menos a hora de alimentar a la rapiña internacional y avisar a los cuatro vientos que los Buitres tendrán su parte, su porción, que la deuda, la externa, por mas ilegal, viciada e injusta, se paga.
¿Como voy a ser malo si me parezco tanto al que me señala?, parece ser la consigna, la estrategia, ya que el archivo y el pasado los condena, les refriega contradicciones, traiciones y entregas. Tienen en común sus expedientes perdidos, sus pasados de negociados compartidos, tan exitosos como sus contemporáneos testaferros.
Y ahora cuentan con esa cortina de humo. El fútbol no tiene la culpa, es la excusa, o un modus operandi para buitres, políticos y los dirigentes de la FIFA que tan bien define el presidente uruguayo Pepe Mujica.