Es el equivalente de pérdida anual en quienes cobran un
sueldo medio. El salario no es ganancia
Hay que engordar la caja, dice el Estado en su rol de
recaudador, lo necesita para su rol político y para eso cuenta con esas leyes y
decretos que nacen bajo un discurso, pero cuentan con las herramientas para que
a mediano o largo plazo los alcances de su legalidad se amalgamen con nuevas
necesidades.En los últimos años, asalariados y asalariadas ven cómo se han
licuado sus haberes anuales, y que en un amplio sector ya representa el
equivalente a un aguinaldo o más. Ven como los aumentos salariales, que corren
más lentos que la inflación real, desaparecen a causa de políticas tributarias.Mientras, el Estado argentino deja exentas a muchas de las rentas financieras o de capital carga sobre los más débiles esquilmándole parte de su sueldo.