Diario UNO de Mendoza (página 12), 20 de febrero de 2013
El feriado dispara opiniones y prejuicios, pero sobre todo,
y cada vez más, ingresos
Irritados y con actitud de asombro, aunque reincidentes y
poco originales. El quinto feriado en lo que va del año les ha puesto los pelos
de punta a más de uno, los vuelve al rodaje de uno de los hits con que se
nutren en su acopio de la “verdad” cotidiana. Argumentos les sobran: están los
económicos, los culturales y, sobre todo, los morales. Obviamente, lejos está
la discusión sobre si el trabajo enajena o dignifica, o si dignifica tras haber
enajenado.
Estos irritados irritables aprovechan para pulir y engrosar
sus explicaciones en días como éstos, lejos de las oficinas, donde –con un café
como intermediario y ante espejados parroquianos alrededor de la mesa– dan
rosca sobre el tema para una reunión rápida y distendida antes de las
obligaciones familiares del día festivo.