Diario UNO de Mendoza (página 8), 10 de setiembre de 2014
Volvemos a nuestro bestiario diario. Hoy no están invitados ni ratas ni anguilas ni merluzas aunque arranquemos hablando de redes.
Como otras cientos de miles, una imagen se replicó en los grupos de sociabilidad on line obteniendo los “me gusta” correspondientes a los obedientes hábitos que incluyen algunos comentarios, y también las inconscientes interpretaciones.
La imagen de la que hablamos (y que acompaña esta columna) también tiene un texto como para apoyar su evidencia, o confundirla, factor necesario en todo relato. “Día 50 aún no sospechan nada”, piensa un gato simulando ser uno de los pingüinos con los que comparte el encuadre.
¿A quién engaña el felino, a los pingüinos o a algún perseguidor? Está claro que lo por menos no a sí mismo, en una primera instancia. Otras preguntas que podrían surgir: ¿Es un infiltrado o está siendo protegido? ¿Hace entrismo o fue coptado? ¿Se trata de un agente de gendarmería en una marcha de estos bichos que han salido en defensa sus recursos de supervivencia?
Todas estas interpretaciones y muchas más aporta la “tierna foto” del mamífero junto a las aves marinas. Los pájaros bobos junto al hábil y doméstico depredador erguido y en pose.
Y así podríamos seguir con las especulaciones: ¿Son la alianza de dos importantes facciones en baja? Claro que estas variantes políticas abren aún más el abanico de la imaginación, siempre gracias a la “tierna imagen”.
Se trata de una reunión de distintos sectores del PJ. O es la alianza UNEN. Es el vice con la presi y los suyos. ¿Hay una estafa, un acuerdo o es sólo una foto para mostrar el amplio listado de precandidatos?
Alguno entendió la imagen como parte de la promo de una peli 3D para el infantil público donde mamá Pigu adopta al huérfano Caty que huye de sucios osos sin escrúpulos con aspecto tercermundista.
Más allá de la fantasía y la interpretación, hay otros hechos del bestiario local que vale la pena destacar. Se trata de la sigilosa mirada de aguiluchos carroñeros siguiendo el exitoso trabajo de perros rastreadores que lograron dar, en Parque General San Martín, con la mona babuina que se había fugado del zoológico. La primate había recibido amenazas tras no aceptar un acuerdo con el oso Arturo y autoridades del Zoo para abrir un frigorífico en el lugar. Ya en una celda y procesada se supo que tendría contactos con un mono ardilla (que no es ardilla y si es mono) camuflado como integrante de la comunidad educativa del Liceo Agrícola, quien no logró salvarla y ahora le busca abogado.
Mientras tanto un preventor capitalino custodia de cerca en el Acuario al tortugo Jorge para que no se saque selfies, ya que su mirada está cargada de connotaciones libertarias. Es el mismo Jorge quien desde la pecera mayor logró que una nueva denuncia suya traspasara las vidriadas rejas para alertar de que si bien no hay imágenes de éstos, hay contaminantes comadrejas y topos extractivos camuflados de calandrias y colibríes, y que están rumiando algo groso mientras nos llenan el comedero.
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