Tramo final, últimos movimientos para el cogobierno que arranca el lunes

Diario UNO de Mendoza (página 7), 17 de junio de 2015

Tramo final para una partida pareja. Son las últimas jugadas, esos movimientos con los que unos están evitando la sorpresa, otros buscando el enroque inesperado y salvador, otros gozando ser una mancha que crece en el tablero.
Tramo final para conocer quién desde el lunes, y hasta fines de año, comenzará a cogobernar Mendoza junto con el convaleciente Francisco Pérez, lo que se replicará en varias comunas donde los caciques han decidido no ir por la reelección o peligra la continuidad en sus sillones.
El inexplicable y ¿suicida? adelantamiento de elecciones provinciales para el oficialismo ofrece un panorama complejo para el próximo semestre, donde el tiempo de empaque y desembarco será tan largo que las negociaciones entre unos y otros, los nuevos y los viejos (ambas cosas jamás tanto) se prestará para todo, para todo aquello que no están prometiendo y que están criticando en la cacería de votos. Será un semestre donde aparecerán múltiples tableros para llenar de trebejos y la idea, seguro, será igualar piezas y colores antes de la asunción oficial.
Tramo final para las elecciones adelantadas en las que si bien es sabido que no hay mejor agente de campaña que el mismo Estado, el oficialismo decidió ceder del que tiene un poco más de prestigio, el nacional, para terminar peleando contra el poder de los Estados comunales de la oposición.

Tramo final. Los últimos días donde forzadas encuestas buscarán establecer un escenario planificado, siempre intentando de no caer en el ridículo, donde los números de una realidad ficticia tratarán de imponerse en la agenda.
Son los últimos debates, esos donde la idea es captar a los pocos indecisos que quedan. Debates en los que, a diferencia de otros años, los candidatos se animaron a romper, un poco, sus estructuras al realizar acusaciones –nunca son denuncias– y a levantar un poquito el tono.
Tramo final de la incomodidad de tener un tercero (una tercera) en el medio que los obliga a “responder”, a darles algunos giros a los discursos y a explicar cómo harán un ajuste que dicen no será un ajuste.
Últimos movimientos, unos prestados al ver caer varias piezas, mientras otros trebejos atornillados poco ayudan a evitar el jaqueo.
Dos días quedan para torcer decisiones y sentimientos, más allá del trabajo de los Estados con sus ejércitos clientelares que ya está reclutando, cobrando y firmando los pagarés para ese futuro que construirá el nuevo gobernador que el domingo gane las elecciones.