miércoles, 19 de agosto de 2015

Rumores sobre el gran proyecto “prohibidor” de conocido legislador


Diario UNO de Mendoza (página 9), 19 de agosto de 2015


“Horario corrido tanto laboral como escolar y desde las 18, toque de queda. El vino pasará a ser un elemento estético, de culto, pero no podrá ser ingerido, menos aún otras bebidas, como las blancas o rubias o negras. Las plazas y los espacios verdes no podrán ser utilizados más de 20 minutos, salvo por los adolescentes, quienes no podrán ingresar en ningún caso, es más, deberán mantener una distancia de 500 metros, a estos tampoco se les permitirá entrar en  centros comerciales u otros lugares públicos. Los auriculares deberán ser utilizados no sólo en los colectivos, sino también en veredas, livings y habitaciones. Los perros utilizarán bozal las 24 horas y en caso de ser vistos en la vía pública, serán trasladados a un crematorio, lo mismo cuenta para gatos y otros bichos domésticos. Carteles, afiches, pintadas y todo lo relacionado a manifestaciones políticas como artísticas no convencionales serán castigadas con penas máximas”, todo esto fue parte del proyecto que pensaba (o que piensa) presentar un diputado provincial al que le queda poco en el cargo, eso cuenta un par de exagerados que conocen el paño.
Dicen esos que reinterpretan los transcendidos de pasillo, y que luego otros escriben con sorna en las columnas de opinión, que en ese proyecto se especificaban algunas excepciones para fiestas, reuniones, horarios, brebajes, dosajes y decibles en los SUM de algunos country, los que contarán con su propia legislación y fuerzas de seguridad.
El proyecto secreto del legislador al cual los consultados no recordaban el sello partidario que representaba, ya que ha pasado por muchos, contaría con el apoyo de varios pares y subbloques, aunque temen la resistencia de las ONG que aún no han sido subalquiladas por el Estado o por algunos opinadores trasnochados o esos pichones de terroristas que marchan cada dos por tres siempre inconformes con el mundo que les ha tocado.
El proyecto –agrega el informante– especifica claramente, en uno de los artículos, que los legisladores no estarán obligados a dar a conocer ninguna declaración jurada de bienes, patrimonio y ganancias, “por motivos de seguridad”, obvio.
Es más: hay varios diputados, senadores, ex funcionarios, y ciudadanos preocupados y comprometidos que le han acercado ideas, nuevas y no tanto, para colaborar con la cruzada de una Mendoza mejor. Por ejemplo, la vuelta del servicio militar y los trabajos forzados. El primero para quienes no respondan a las exigencias educativas y el segundo para todos los que caigan presos, “los que ya todos saben quiénes son”. También se habilitaría a los preventores de todas las comunas a utilizar armas de fuego de todos los calibres, las que también serían portadas por todos los agentes de seguridad de las pululantes empresas privadas dedicadas a estas tareas, tampoco quedan afuera guardaespaldas y patovicas. Se eliminará de los procesos judiciales a los abogados defensores, ya que como todos saben, son amigos y socios de los delincuentes, y los jueces tendrán la potestad de colocar la pena que les parezca, siempre que sean todas ejemplificadoras.
El legislador busca apoyo en los foristas que a diario levantan las banderas del exterminio y el odio a todo aquello que los incomode o les muestre lo parecido que son a la realidad.

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