Diario UNO de Mendoza (página 14), 30 de mayo de 2012
El gobernador busca contar con las armas que tienen los otros estamentos y
poderes del Estado local
poderes del Estado local
¿Para más de lo mismo, por qué no el mismo? En los clásicos, poco importa el protagonista que está sobre las tablas por más que se agache para los aplausos, profundice su fama y se queje de la crítica.
Estar, proyectarse y permanecer para ser, eso parece que es lo que desde hace varios años desvela a los gobernadores mendocinos, a los operadores políticos. Es uno de los temas recurrentes de la negociación, la negación y la extorsión: la reelección.
Y, claro, al único que le borran el horizonte y lo ahogan en el presente es al principal burócrata del Ejecutivo provincial, cuando en los otros estamentos, como los comunales, o poderes políticos, como el Legislativo, se reeligen o se instalan durante años y hasta décadas. Igual pasa con el Judicial, donde un ministro de la Corte (propuesto por el propio gobernador) ya se sabe destinado al carnet de vitalicio.