domingo, 30 de junio de 2013

Monos, hipopótamos, víboras e incluso ratas

Diario UNO de Mendoza (página 12), 26 de junio de 2013
Un artista se hace cargo del Zoo y repatrian a un opositor para birlar el cupo femenino
Un hipopótamo colgando de una grúa y cantando tarantela, o los chimpancés encargados de la boletería y la atención al público, o los gorilas con un tutú bailando vals; esas parecen ser la ideas con sus añadidos comentarios que surgieron apenas salió a la luz el inesperado nombramiento de Norberto Filippo al frente del Zoológico de Mendoza.
Reales pavos. Mendocinos ciudadanos
Filippo, un artista conceptual y excéntrico ha sabido adueñarse del foco, de las luces y logró visibilizar y popularizar lo que se hace desde el cerrado círculo de los creadores plásticos, pero también tiene la característica de haber seducido a los burócratas de turno para “sacarle” una tajada para el lado de los que abstraen y representan. Así pintó retratos de presidentes latinoamericanos con Malbec y tintas recicladas, o pensó esculturas cuyos sentidos se encuentran desde la ventanilla de un avión que se apresta a aterrizar; fue el mismo que se ganó la tapa del diario al defender la estructura de su proyecto estrellando su auto.
Filippo, un mediático que en un mundo encorsetado se anima a romper los límites, en una provincia limítrofe y de limitados.

Ahora este hombre sin antecedentes en el mundo de la gestión y la administración, del paisajismo o la arquitectura, de la veterinaria o la biodiversidad se encargará del devaluado Zoo local, ese espacio que durante décadas viene recibiendo críticas y denuncias por “desórdenes contables”, por las malas condiciones en que se encuentran el lugar y sobre todo sus animales a pesar de las gestiones administradas por los “especialistas”.
En síntesis todo apunta a que lo de Filippo sea un fracaso y ojalá sea un fracaso monumental y que su gestión termine convirtiendo el lugar en un parque botánico o un cerro dedicado al arte, que las rejas de las jaulas sean reconvertidas en obras sublimes como las de Roberto Rosas, que los bichos sean canjeados por óleos, tinturas, carbonillas y que las patas sólo sean la de atriles.
El caso de Filippo convertido en funcionario compite esta semana como tema central de noticieros y de mesas de café con las jugarretas del PJ local (cada vez menos Frente para la Victoria y ya casi nada kirchnerista) para evadir el cupo femenino en la lista de diputados nacionales para las próximas PASO. El oficialismo decidió repatriar al lasherino Guillermo Amstutz, a quien se le vence el período como legislador ganado en las listas del Frente Cívico Federal (una alianza antikirchnerista liderada por el radicalismo) para justificar el no llevar en uno de los dos primeros lugares a una mujer. Y para colmo desde las filas del oficialismo entre los argumentos que utilizan ante las chicanas de sus tan devaluados detractores explican que se birlan el lugar que le toca a una mujer para poner “representatividad” de los departamentos del Sur provincial. ¿Y en el Sur no hay mujeres?, cabe preguntarse en todo caso.

Pero bueno la política es así, con menos códigos que un zoológico, donde ahí sí por lo menos las cosas están más claras. Y por eso es tan cruel para víboras y ratas las comparaciones con los personajes que van, vienen, mienten y administran y también juzgan.

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