Diario UNO de Mendoza (página 10), 16 de abril de 2014
Hace menos de una semana que un paro nacional dejó consecuencias inesperadas, quizás como las que dejará a nivel local la movida discriminatoria de edaísmo o etarismo contra adolescentes.
La idea de la huelga general sin movilización ni actos y con la vista en el casillero inmediato en la carrera para las presidenciales del 2015 se encontró con interferencias en el eje de la discusión tras la acción de la izquierda de hacer piquetes en distintos puntos de las grandes ciudades. Así primero las cegetés y sus aliados de ocasión salieron a condenar estas “acciones antisociales” y a la hora del debate se vieron obligados a “izquierdizarse” para no ceder posiciones con estos competidores a los que no habían invitado.
Por ejemplo el paro mostró al “camionero” Hugo Moyano y al “sojero” Eduardo Buzzi juntos festejando el triunfo del paro y cargando contra con los piqueteros, cuando unos años antes el gremialista era un alfil kirchnerista que amenazaba con sus camiones al dirigente agrario que cortaba rutas por todo el país.
Y contra los piqueteros de ahora cargaron también esos que estimulan linchamientos y cercenamientos de derechos, muchos de esos que fueron o son gobierno, Estado, y están a la carga para no perder o recuperar su pedazo de poder, esos que un día se victimizan y al otro ametrallan, atropellan, recuperan el argumento que una vez denostaron.
Entre los ex kirchneristas que van por la presidencia, por ejemplo Julio Cobos y Sergio Massa, fue este último el que más adhirió al llamado del paro y también fue el primero en despegarse de uno de los organizadores, el sindicalista Luis Barrionuevo. Mientras el gastronómico se muestra como el militante número uno del Frente Renovador, el diputado tigrense lo acusa de “tóxico”, quizás viendo en este (con su presencia, su historia y sus palabras) a su propio Herminio Iglesias y al ataúd en llamas que le arruine su mentado proyecto político.
Hace casi una semana hubo un paro, una huelga y sus consecuencias políticas se diluyen por estas tierras, donde la tendencia es atacar, denostar, discriminar y expulsar a los pibes y pibas que se juntan en el shopping de Palmares.
Poco aprendimos de lo que nos dejaron las tiranías, las dictaduras y luego los Herminio y los Barrionuevo. Parece que a muchos les gusta el caldillo que dejaron esas bazofias. Por suerte, y como dijo José Ingenieros, los “jóvenes son aquellos que no tiene complicidad con el pasado” y son los que tienen la misión de “tomar a los ciegos de la mano y guiarlos hacia el porvenir”. Y como no van a ver en todo joven a un potencial enemigo si “juventud sin rebeldía es servidumbre precoz”.
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