Diario UNO de Mendoza, miércoles 30 de noviembre de 2011 (página 10)
La Justicia Federal dejó sentado el plan sistemático de abuso
sexual hacia las mujeres en los ’70
Cruzan las esquinas con la cabeza en alto, están en los cafés, empujan un carro de supermercado y algunos hasta posan para fotos sociales. Por lo general se muestran como rectos, moralistas, padres de familia, hombres de fe y patriotas. Cumplen con el estereotipo. Ahora muchos de éstos podrán ser juzgados, dentro de las causas por crímenes de lesa humanidad, por su condición de violadores. De violadores tanto materiales como intelectuales.Hace una semana, la Sala B de la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza sorprendió, inclusive a la titubeante, cuestionada y desprestigiada Justicia local, con un fallo relevante a nivel nacional al considerar los abusos sexuales como delitos de lesa humanidad.
En el escrito también se dictaron los procesamientos de Luciano Benjamín Menéndez, Juan Agustín Oyarzábal, Eduardo Smaha y Armando Fernández por considerarlos penalmente responsables del delito de violación sexual, en calidad de autores mediatos dentro de sus cadenas de mandos.
Obviamente que para que esto sucediera fueron determinantes los valientes testimonios que vienen dando las víctimas del terrorismo de Estado durante la década del ’70. Muchas mujeres, en busca de justicia, volvieron a poner el cuerpo y el corazón para afrontar al tribunal con sus desgarradores relatos, en los que se vieron obligadas a recordar y detallar sus terribles experiencias durante el cautiverio, algunas de ellas con sus verdugos enfrente.