miércoles, 8 de agosto de 2012

La calle, el camino y el ícono de historieta

Diario UNO de Mendoza (página 10), 8 de agosto de 2012
Los cambios de sentido de una arteria céntrica y  El Eternauta marcan el espíritu político local
Arteria no es lo mismo que calle y esta menos aún es camino. La política mendocina se mueve y parece birlar los semáforos neutros puestos a espaldas de la representación que se busca hacer de la realidad. Cambio de sentido. Contramarchas. Contramano. Una sola mano. Indistintamente van y vienen; de norte a sur, de sur a norte; de izquierda a derecha y derecha a izquierda, por capricho o regalando al movimiento alguna improvisada síntesis que no se estampe en una bocacalle. Encuestas,exposición e imposición para la escenificación.
El Eternauta le avisa al oficialismo que es (son) la oposición oficialista. Verdura, banderas, pibes. Votos en contra. Detrás del ícono de la historieta de Oesterheld el partido gobernante se encuentra con un grupo que no se estructura dentro de los dos sectores que vienen consensuando la hegemonía ejecutiva provincial.
Tiempo de clásicos cafés, lobby y reformistas de la continuidad que están lejos del freno que deja de pisar un colectivero en la “parada de la inseguridad”, ahí en los suburbios que estiran su distancia en esa órbita que sólo puede ver el reflejo del centro.

Cada vez están más cerca, más presentes, más concurridos los casinos chilenos que se han convertido en casas de cambio para los mendocinos que buscan dólares en la ruta del contrabando hormiga donde perdieron la exclusividad los electrodomésticos, esos que no se venden en los shoppings locales donde se organizan para resistir la grotesca competencia que vislumbra La Saladita.
Ya no se oculta el femicidio, aunque a los casos se los sigue mostrando como algo anecdótico ocultando así la inexistencia de políticas públicas, de leyes y del accionar judicial. Y para colmo la misoginia se profundiza con el proyecto de un legislador radical que quiere obligar a la mujeres a realizarse un Papanicolau como condición para ingresar a la administración pública, obvio que no se le ocurriría pedir un examen de próstata para los varones.
Por las calles sin camino ya largó hace un tiempo la maratón electoral, sobran ya candidatos, los que no necesitan de muchas ideas sino aparato. Esos viejos conocidos que van por más de lo mismo.
Algo hay que militar, que mostrar, y están algunos de los van por penas más duras contra los presos y a la vez, no toleran (obviamente que ese malestar no lo hacen público) ver a los genocidas de lesa humanidad en el banquillo esperando la sentencia.
Ya hay números asegurados. El dato ese que dirá que en 2013 ningún chico repitió primer grado, para lo que tendrán que buscar al publicista que les de un slogan argumentativo para mostrar los avances y conquistas del sistema educativo.
Si bien Portezuelo y Los Blancos seguirán en el tapete que los billones de pesos ameritan, el metrotranvía sigue en período de prueba a casi un año del presidencial viaje inaugural, mientras le suman promesas y fotos típicas de campaña.
Contramarchas y cambios de orientación no son contrasentidos. El sentido está en trata de encontrar todo lo que esto oculta, lo que no muestra.


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