jueves, 24 de octubre de 2013

Inservibles, caros y mal intencionados

Diario UNO de Mendoza (página 10), 23 de octubre de 2013
La campaña cierra con spots “foráneos” en la TV Pública y hasta con mafiosos organizados.
Sale caro, muy caro, cada segundo en televisión y sobre todo el del espacio gratuito cedido por la Dirección Nacional Electoral, ese que no es gratuito sino que es parte de un presupuesto nacional para intentar “democratizar la oferta partidaria”.
Derroche, desidia, impedimentos técnicos o intencionalidad son algunos de los argumentos que se encuentran al ver en Mendoza la Televisión Pública (el tercer canal de aire), ya que, desde hace un par de semanas y según lo exige la ley electoral nacional, los partidos tienen sus espacios para promocionar la campaña.
Lo tremendo, grotesco y hasta inverosímil –y por qué no gracioso– es que los spots que les llegan a los mendocinos son de candidatos riojanos, santacruceños, misioneros o santiagueños. También, bonaerenses, rionegrinos y entrerrianos, y rara vez se ve alguno de los postulantes que el domingo encontrarán los votantes de estas latitudes en el cuarto oscuro para determinar cómo se conformarán los concejos deliberantes y la Legislatura local, y quiénes serán los cinco mendocinos en renovar bancas en la Cámara de Diputados de la Nación.
Y más allá de que los nombres propios de los que se candidatean sean extraños inútiles y nulos para el sobre local, esos espacios-tiempo recurrentes, unos detrás de otros; esas imágenes, sonidos, colores y eslóganes no pasan desapercibidos, no son inocentes ni tampoco inocuos, refuerzan alguna idea. También, siguiendo las cavilaciones de los peor intencionados que ven que en éstos se refuerzan colores y logos o nombres ya no de quienes van por un escaño, sino de partidos, y es cierto que a nivel nacional es el oficialista el recurrente, el que no cambia, el que está en todos lados.
Esto sólo se trata de publicidad para el mercado electoral, de propaganda para el sistema político-institucional. En síntesis, pequeñeces, sutilezas, de esas cosas que pasan porque pasan y que pasan porque hay quien deja que pasen o trabaja para que pasen. Cosas peores son las que deberán investigar –si es que quieren y se animan– desde la Justicia local, como la de encontrar al autor intelectual de armar una banda mafiosa, muy parecida a los grupos de tareas de los ’70, que viene hostigando, intimidando, persiguiendo y amenazando a militantes políticos, y atacando sus locales partidarios, sobre todo en Luján de Cuyo. Bueno será también que el poder político tome una posición al respecto, y no evadiendo o justificando, ya que si ahora pasa esto, en dos años, cuando se pongan en juego intereses territoriales más pesados, ¿qué puede pasar?.
Tiempos violentos, tanto de una publicidad equivocada que confunde como de un ataque y una amenaza. El domingo, por suerte, podemos elegir, aunque haya quienes quieran ser los únicos.



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