lunes, 13 de noviembre de 2006

Vemos la altura, pero estamos enterrados

Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 13 de noviembre de 2006


Mucho se habla del alto rendimiento y en nuestra provincia tenemos la oportunidad de aprovechar la altura
(alto rendimiento en altura). Desde hace varios años distintos deportistas (atletas, ciclistas, boxeadores) vienen pidiendo, soñando y buscando poder realizar campos de este tipo (lo que les permite aumento de
glóbulos rojos y hemoglobina; mejoras en la ventilación y musculatura). Estas concentraciones tienen un
promedio de 21 días y son parte de la preparación para la alta competencia. El lugar predilecto sería Uspallata (entre 1.900 y 2.300 metros sobre el nivel del mar). Existen lugares ya acondicionados en distintos lugares del mundo como el Big Bear, en California (2.133 metros); Cuenca, en Ecuador (2.700 metros); Sierra Nevada, en Granada, España (3.000 metros) o en Covihaue, en la provincia de Neuquén (a 1.600
metros).
Uspallata tiene infraestructura y servicios, está a sólo 105 kilómetros de la capital mendocina, pero la realidad nos muestra que estamos muy lejos de lograr algo así, ya que no hay intenciones de invertir ni
económica ni intelectualmente para mejorar la performance y lograr proyectarse a la élite.
Sino tomemos como ejemplo el atletismo (ícono histórico). En nuestra provincia los atletas se ven obligados a practicar sólo pruebas de fondo, ya que no hay infraestructura para disciplinas de pista.
Pero esta malaria la podemos ver en los Juegos Odesur que se están desarrollando en Buenos Aires. Los
Sudamericanos tienen como escenario la pista de Centro Nacional de Alto Rendimiento (CENARD), ya que en nuestro país han crecido las canchas de golf y han desaparecido las pistas de atletismo. Excepto algunos talentos los resultados están demostrando que la Argentina está un escalón más abajo que sus vecinos sudamericanos, a diferencia de otras épocas, donde el atletismo albiceleste era potencia regional.
No hay pistas, ni estadios, ni capacitación, con magro presupuesto y mal administrados.
Así no se puede.