jueves, 29 de octubre de 2015

Las señales que no vieron, las que ocultaron y el fuego amigo

Diario UNO de Mendoza (página 12) 28 de octubre de 2015

Pasada la medianoche del domingo el desencajado rostro de Julio Alak era una señal más. El funcionario intentaba explicar por qué habían escondido, unas horas, otros datos de la realidad, esta vez los votos. Una demora que lo único que les generaba era más descrédito.
Otra señal la aportó el mismo Daniel Scioli cuando en el Luna Park salió temprano a festejar sin festejos, guardando los sanguchitos, los cantantes y las señoras de la farándula. Allí gritando “ganamos” fue el primero que lanzó la campaña con un acalorado discurso que lo vaya alejando del rival a vencer, y tomó prestadas las consignas que combaten a esos ’90 que lo catapultaron en la elite política, en los jugos del poder.
Pero las señales que no dieron ni bocas de urna, y otra vez menos aún las encuestas, sí las dieron unos días antes los popes del sindicalismo argentino, quienes olieron el huracán y comenzaron a prepararse, a rearmase, a sumar pertrechos ya que la fórmula es sencilla: mientras más débiles y divididos a la hora de negociar, menos premios y vueltos pueden rasguñar. Los “gordos”, los históricos y perennes burócratas decidieron reunirse, buscar la reunificación. Ya veían que no podían sostener a sus Barones del Conurbano y del sistema clientelar, y que era tiempo de revertir la migración al massismo. A Scioli hay que ofrecerle la tropa antes de que ningunee, y a Macri hay que mostrársela, luego  –saben ellos por experiencia– negociarán empresas tercerizadas en tiempos de desguace del Estado, nada nuevo y muy rentable si es que los rojos no meten sus narices.

jueves, 22 de octubre de 2015

Los números y las fotos, para adjetivar un poco más la propaganda

Diario UNO de Mendoza (página 10), 21 de octubre de 2015

Mientras los punteros andan perezosos y se retoban a la hora de ir a marcar padrones, una foto, un número y algún adjetivo se vuelven claves. En los últimos meses, sobre todo tras las PASO, las estrategias para torcer la decisión de una porción de electores –aunque sea pequeña– se manifiestan en todos los ámbitos: desde las trilladas promesas que todos saben que se incumplirán y traicionarán hasta los ilícitos conocidos y guardados para extorsionar o denunciar, como estamos viendo, a última hora, casi sobre las urnas.
Pero más allá de la propaganda, las operaciones apelan a sutilezas que buscan potenciar el relato, generar hipotéticos escenarios y hasta jugar con la simbología de algún otro relato y de algún escenario de otro tiempo. Un telón ficcional y complejas sensaciones son lo que nos ofrece el mercado electoral en una góndola que huele a pescado podrido.

jueves, 15 de octubre de 2015

Entre deudas, fotos de campaña, incógnitas y el juego de la silla

Diario UNO de Mendoza (página 8), 14 de octubre de 2015
¿Dónde está la plata? ¿Adónde se fue? ¿Pagarán el sueldo en los próximos meses? ¿Qué hacen con la recaudación? ¿Los proveedores seguirán proveyendo? ¿Qué hacen con las regalías? ¿Abonarán el aguinaldo? ¿Seguirán los micros con el valor del pasaje actual o se cuadriplicará? ¿Qué hacen con las coparticipaciones? ¿Despedirán los contratados?
Deben, piden, se prestan, se nombran, se reeligen. Van, vuelven, se reubican. Prometen, se justifican y se cagan en todo. Colocan familiares, digitan categorías y sueldos y se rodean de inútiles e invisibles asesores. Hablan de despidos, del juego de la silla y viajan por el mundo. Subsidian lo privado y hacen caridad en lo público. Se endeudan, reestatizan para privatizar. Cambian sin cambiar, mutan, están y siguen.  
Acompañan al empresario para charlar con el juez que analiza darle vía libre al cianuro. Sonríen, se sacan una foto para la campaña, dicen eso que hay que decir, y que todos quieren escuchar. Abrazan, agitan y si hay que llorar, les sale.
Los días avanzan en un año que lo que seguro evidenciará será que el poder no está en el que dice tenerlo, o en quien busca conquistarlo, o en el que es acusado por cómo se le escurre, sino que todos estos que comparten la lucha por cetro de la administración son copartícipes del poder.  
Stolbizer cuenta con los votos radicales, los radicales se cuelgan de Macri, Binner llama a cortar boleta, Massa arma un equipo kirchnerista, el kirchnerismo lleva un candidato menemista, el menemismo recomienda el team económico macrista quienes el 25 contarán con fiscales radicales. Todos cuentan con un pope sindical en sus filas, a veces de la misma central, de la misma familia.
Los padres de la derrota del oficialismo mendocino son figuras en las listas de cargos legislativos y Parlasur de los próximos comicios nacionales. Los ultra  K y los anti K no comparten actos pero calculan juntos los porotitos de las encuestas para proyectar “cuántos entran” de la lista que los tiene como compañeros en una de las listas peronistas. Mientras destratan a Paco Pérez, lo bajan de un avión, le cargan todas las culpas y le dan la espalda masiva, su nombre ocupará toda una boleta. Los opositores por su parte juegan a no tener pasado, a no haber cosechado descrédito, movilizaciones e insultos cuando gobernaron; por ahora tienen más internas que sus competidores, pero el rejunte resucitó personajes, personeros y sellos.

jueves, 1 de octubre de 2015

Cobos, un mendocino de ley, del Liceo y de propiedades devaluadas


Diario UNO de Mendoza (página 10), 30 de setiembre de 2015


Julio Cobos tiene la habilidad de pasar desapercibido, de no decir nada, de estar con todos, de ser un tránsfuga luego repatriado para convertirse en un referente de lo prestado. Cobos parece haber borrado su pasado de gobernador y seguir enarbolando las banderas con las que hizo caer la 125 más allá de que comparta frente con el autor del texto, y ahora algunos referentes ruralistas que lo “idealizaron”, se prueben traje de seguidor sciolista ante los sondeos que parecen no tener vuelta atrás.
Cobos, quien uno de sus funcionarios hoy está en el banquillo por crímenes de lesa humanidad, Cobos, al que no se lo ve en una marcha en defensa de derechos humanos, si fue, la semana pasada, el primero en mostrar su preocupación por la señalización del Liceo Militar como centro clandestino de detención y tortura durante la última dictadura, y así se sumó a la “preocupación” de los padres, y alimentó a los buitres, algunos de cuales mostraron su lado golpista y hasta hubo uno que públicamente se quejó ante los medios porque “deberían haber sido más los desaparecidos” (y de paso, amenazó de muerte a un periodista). Obviamente que lo que se señaliza es la institución que participó en el genocidio, como lo fueron también el ex Palacio Policial y el Hospital Militar. Es reconocer la dolorosas historia presente para que no se repita, no es “estigmatizar a los alumnos actuales”, como argumenta con total demagogia el futuro senador. Hace unos años, con cierta sutileza, Julio Cleto ya había esgrimido la teoría de los dos demonios en el libro Cuidado con Cobos, de Javier Polvani y Analía Boggia. Pero bueno, un “mendocino de ley” es del Liceo, y así lo evidencian el pasado escolar de los gobernadores de esta provincia.
Cobos es un tipo suertudo. Por estos días salió a la luz la declaración jurada de los candidatos a cargos nacionales, lo que mostró lo habilidosos (chistosos) que son a la hora de ponerles un valor a sus propiedades y el que se salvó de todo reproche fue el radical, quien también –como el resto de los colegas– cotizó sus casas a precio de los ’80.