miércoles, 18 de diciembre de 2013

La democracia que festejamos sin Jorge Julio López

Diario UNO de Mendoza (pág. 10), 18 de diciembre de 2013
Terrorismo de Estado, connivencia, mafia. Algunas conquistas, silencios, el lobby subterráneo, el pase de facturas, y más silencios. Y ahora un dato, ¿alguna verdad? O más atropello, más violencia simbólica. Más angustia, más preguntas. Y también un montón de banderas que no se pliegan.
A siete años y medio un ex policía federal radicó dos denuncias contra un subcomisario y un teniente de la Bonaerense que habrían integrado la banda a la que se le encomendó el segundo secuestro, y asesinato, de Jorge Julio López.
En nuestra triste y sangrada historia hay una palabra que no tiene sinónimos: desaparecido.
El 18 de setiembre de 2006 desaparecía por segunda vez, y se convertía en uno de los desaparecidos de esta democracia que hace unos días cumplió 30 años, y lo tuvo lejos del recuerdo, de la reivindicación y del mea culpa.
Una democracia sin Julio, que no reconoce la connivencia con los represores, con la represión, más allá de algunos condenados .
López desapareció, una madrugada, horas antes de que se expusieran los alegatos de la querella en el juicio oral que se llevara a cabo por los crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar. El desaparecido López era uno de los querellantes contra el represor Miguel Etchecolatz, un policía que los testimonios de Jorge Julio lo comprometieron aún más, ya que el desaparecido López había sido testigo de las detenciones y ejecuciones en el “Pozo de Arana” y otros centros clandestinos de detención donde le tocó ser parte de la larga lista de desaparecidos.

martes, 17 de diciembre de 2013

Miedo, angustia e incertidumbre, tres aliados para la extorsión, el chantaje

Diario UNO de Mendoza (página 11), 11 de diciembre de 2013

Miedo, angustia e incertidumbre, tres buenos aliados para la extorsión. Y si quienes extorsionan cuentan con el poder de las armas, el chantaje se recrudece. Pego, hago que se peguen, dejo que se peguen, estimulo la estampida “y así, luego, negocio”.
Y ante esto están las obviedades, las de que un ciudadano común y corriente no puede andar armado, y que obviamente que entre ellos no pueden organizarse y armarse para defenderse; y claro para eso está el Estado, el que obvio –aunque se busque ocultarlo– no actúa ni defiende a todos por igual. Ese Estado es la policía y tiene policías que tienen superiores que son socios y amigos de los que administran el Estado, quienes tienen seguridad privada.
Hubo y hay un reclamo, en algunos lados amotinados, en otros acuartelados y en otros “movilizados”, obviamente que los policías están organizados. Es obvio que operan al mismo tiempo con la prensa y con los marginales, con los lúmpenes. Y así a los pocos minutos el caos, la noticia. “Y así, luego, negocio”.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Taxis, patovas, seguridad y esa ciudad cosmopolita y tradicional

Diario UNO de Mendoza (página 9), 4 de diciembre de 2013

La idea fue presentada, cuentan, y en unos días harán la prueba ante los interesados y otros. Buscan ir cerrando antes de fin de año varios problemas cotidianos y citadinos, pero de esos que los medios taladran y taladran, y se vuelven molestos, ya que siempre aparecen en horario central o en la tapa de los diarios.
Sí, el asesor ya hizo gran parte de los cálculos y ahora sólo le están buscando las “formas”, o sea, esas estrategias semánticas y pragmáticas, primero para poder presentarlas al público, y luego las políticas, que van de la mano, pero ya con fechas, actos y el contraataque para los opositores, que seguro van a decir que no o saldrán a detallar todos los aspectos negativos o en los que no fueron prendidos.
Vamos a la idea que estaría dando vuelta en una carpeta, por el cuarto piso. Se trata de dotar al taxi de varios valores agregados. Que se convierta en el símbolo de los nuevos tiempos. El eslogan, por lo que dio a entender el asesor y el hermano del primo del titular de la bancada que le presentó el asesor al mandatario, sería algo así como “el taxi mendocino: seguridad absoluta, estética, fuerza y fe”.
Resumamos el proyecto: además del blíndex le colocarán dos cámaras de seguridad y un GPS, y cada unidad llevaría tres patovicas, de los grandotes, de esos de los boliches, de esos muchachos estigmatizados por tantos esteroides y anabólicos, esos a los que les gusta florear músculos al mejor estilo del finado chocolatero, de esos que les es mas fácil hilvanar golpes que palabras.