lunes, 29 de octubre de 2007

Ayer también fue un día clave para el deporte

Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 29 de octubre de 2007


Ayer fue un día especial para nuestro país. Todo giró alrededor de las elecciones nacionales (y provinciales y municipales en Mendoza) en una jornada que reafirmó, en parte, la democracia y la libertad tan bella y elemental para el desarrollo de las personas.
Si bien ayer hubo un “parate” para el deporte, los comicios repercutirán en la actividad deportiva, ya que las autoridades ejecutivas y legislativas, tanto a nivel nacional como provincial y comunal, tienen la responsabilidad de los políticas deportivas.
Sin dudas, en el ambiente del deporte hay interés en saber quiénes se harán cargo de las áreas deportivas, con qué presupuesto contarán y cómo lo distribuirán.
Será importante que se sepa en qué disciplinas harán eje y si apuntarán al deporte social o a la alta competencia.
Muchos deportistas han sido candidatos en estas elecciones y ojalá que los que tengan la posibilidad de ocupar cargos puedan revertir, cambiar y perfeccionar eso que sufrieron como atletas en actividad.
Como para empezar, lo más seguro es que todos tomen de modelo los últimos Juegos Evita (a nivel
provincial), ya que ahí se hizo todo lo que no debe hacerse. La falta de presupuesto y de organización,
entre otros aspectos, terminó diezmando la competencia y lastimando a los chicos, que a duras penas “jugaron” para terminar siendo movilizados para cumplir “políticamente”.
El deporte es un escenario donde se puede visualizar el perfil político que tienen los funcionarios de turno. Es un espacio clave para contención y la interdisciplinaridad, es un lugar donde en el mundo se puede
comparar el crecimiento (o no) y la consolidación, ya que la competencia arroja resultados que son clave para replantear, potenciar o reevaluar.
Es un deseo generalizado que los nuevos funcionarios le pongan la atención merecida al deporte, que elijan a personas especializadas y capacitadas en el tema, que dispongan de buenos presupuestos y que haya sobre todo claridad y transparencia.

domingo, 21 de octubre de 2007

Con Los Pumas triunfaron el juego y el equipo

Suplemento Ovación (página 2),
Diario UNO de Mendoza, 21 de octubre de 2007


Muy pocos, pero muy pocos, hubieran apostado al éxito argentino en el Mundial de rugby que terminó ayer en Francia, donde la selección albiceleste logró un histórico tercer lugar.
Días atrás, en este suplemento, el especialista de este deporte Juan Pablo García escribió una sensible
columna donde hablaba de los “últimos románticos”, con referencia al fenómeno que habían generado Los Pumas a nivel mundial.
Los últimos románticos vendrían a ser esa ecuación entre el profesionalismo impuesto y reinante en el rugby (y en todos los deportes masivos y no tanto, dentro de un mundo globalizado espectacularizado y mediático) y el amateurismo (una categoría conceptual, social y cultural muy fuerte en el ámbito de la ovalada).
Un sincretismo esbozado con pasión, conducta, una impresionante actitud y, sobre todo, buen juego.
Sí, juego, una palabra que se está perdiendo en el deporte y que todavía es reivindicada en el rugby,
una actividad dura, que necesita de una gran solidaridad y de jugadores con distintas condiciones técnicas y
físicas para condensar el control del juego.
El rugby viene demostrando un gran crecimiento que no sólo está sustentado en una esponsorización
millonaria, sino también en el desarrollo de sus clubes, de sus jugadores, técnicos y árbitros, con un trabajo fino de capacitación, seguimiento y, sobre todo, de desarrollo.
Los Pumas demostraron el triunfo del juego en equipo, de la fortaleza. Fueron un ejemplo mostrando una
solidez de grupo, una sociedad perfecta sin fisuras, donde cada uno de los integrantes dejó de lado las
diferencias, entre ellos mismos y las institucionales (las habían y las hay), y lo único importante fue jugar por y para un objetivo: ganar, que es la esencia del juego.
Triunfó el rugby y ojalá que termine ganando el ragbi (como dice una publicidad), o sea, la popularidad de
este deporte, que en nuestro país, por estúpidos prejuicios, muchos lo acotan en una dialéctica de comparabilidad y exclusión, en vez de inclusión como sucede en la mayoría de las potencias del mundo.

domingo, 7 de octubre de 2007

Muy pobre lo de Mendoza en los Binacionales

Suplemento Ovación,
Diario UNO de Mendoza, 7 de octubre de 2007


Terminó la décima edición de los Juegos Binacionales, dejando un gusto agrio para los mendocinos.
Una baja performance, lejos del hándicap esperado teniendo en cuenta la condición de local, históricamente aprovechada y clave.
Si bien la delegación local repitió el tercer puesto que logró en 1999 cuando también fue anfitriona y mejoró el triste 6º lugar del año pasado en Valparaíso, fue muy pobre la cosecha que demostró y bajó la cantidad de medallas y podios que se esperaban.
Mendoza es una provincia rica (en comparación con otras provincias y regiones que participan), con una
larga historia en el deporte y con infraestructura, pero cada vez está más lejos del alto rendimiento, y se nota no sólo en estos juegos sino también en la disminuida participación de nuestros deportistas en los equipos
argentinos en competencias internacionales.
Queda en claro la falta, ya crónica, de una planificación seria. Los Binacionales ya llevan 10 años y todos los años los equipos se arman a última hora, sin una preparación acorde a la envergadura de la competencia, la que parece subestimada por las autoridades del Gobierno provincial, ya que los Binacionales no dejan de ser eso: una muestra de las políticas de Estado en el deporte. Las delegaciones representan a las áreas de deporte de cuatro provincias argentinas (San Luis, San Juan, Mendoza y Córdoba) y las cuatro regiones de Chile (Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins y Maule) en diez deportes (atletismo, balonmano, hockey,
fútbol, natación, ciclismo, básquet, vóleibol, tenis de mesa y tenis).
Es más, este año Mendoza contó con la suerte de que no se disputaron deportes como gimnasia rítmica y gimnasia artística, grandes debilidades locales. No sólo fue mala la producción mendocina, también lo fue la información oficial que se brindó durante la competencia, muy lejos de la que vienen realizando otras provincias o regiones.
Lo de Mendoza ya es crónico, pobre, sin proyección ni planificación.