domingo, 19 de agosto de 2007

Aguilar está obligado a dar explicaciones

Suplemento Ovación, 
Diario UNO de Mendoza, 19 de agosto de 2007

El presidente de River Plate, José María Aguilar, no puede (no debe) hacerse el inocente. Cuando toma el rol desentendido les toma el pelo a todos, a la Justicia y a la veta que se ha generado para comenzar a entender y desnudar las organizaciones mafiosas en el fútbol.
Las internas en la barra brava de River, los Borrachos del Tablón, que hace unos días obligó a la suspensión de un partido por un asesinato, viene develando cuál es el funcionamiento, los intereses y manejos que tienen dentro del club.
Aguilar debe dar explicaciones de la participación social y económica de los violentos dentro del club,entre  otros el manejo de entradas y “porcentajes en la venta de jugadores”, que las fracciones duras reconocen como uno de los motivos de los enfrentamientos.
La lucha es por el poder y conseguir mayores “réditos” para los suyos. Esto no es una casualidad, una
novedad y no es en el único club, es una constante dentro del fútbol argentino que crece y se consolida año tras año.
Ahora se trata de enfrentamientos internos, pero es otra forma de demostrar su poder y cruzarse con parcialidades rivales.
En Mendoza el año pasado, en el primer partido que el Tomba iba a realizar como local, los “duros”
hicieron suspender el cotejo como forma de presionar a los directivos del club.
Aguilar debe dar respuestas para poder legislar y actuar sobre las acciones mafiosas que tanto daño le están haciendo al fútbol.
Mientras tanto, quienes miran para otro lado y no quieren meterse con los empresarios de la violencia enquistados en una tribuna prefieren proscribir a quienes nada tienen que ver, así se anula gran parte de la mística del fútbol prohibiendo la asistencia de los hinchas visitantes, y sobre todo se jaquea las libertades individuales de los ciudadanos, como las de quienes asisten a un espectáculo público.
No es justo ver cómo conviven hoy en nuestro fútbol esos hinchas que apoyan y hasta colaboran para salvar y sostener a sus instituciones con esos que usufructúan a costa de lo que sea.

domingo, 5 de agosto de 2007

La involución se evidenció en los Panamericanos

Suplemento Ovación,
Diario UNO de Mendoza, 5 de agosto de 2007


Los períodos entre juegos olímpicos (olimpíadas) o entre Juegos Panamericanos son de cuatro años, lo mismo que las gestiones ejecutivas de los gobiernos nacional y provincial en nuestro país.
Y estos encuentros periódicos del alto rendimiento deportivo sirven para comparar la evolución, crecimiento o no, de las políticas deportivas, ya que es el momento donde los atletas pueden competir a nivel mundial o continental, según el caso.
Hace una semana cerraron los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, y Argentina siguió marcando su opacidad e involución.
Dos realidades: los deportes individuales y los de equipo. En los primeros, donde el alto rendimiento es clave y no deja chances, vio cómo la delegación albiceleste estuvo muy lejos de los puestos de privilegio, del podio, sobre todo en atletismo y natación (deportes clave), con algunas excepciones en otros deportes, donde se logró una presea y hubo hasta sorpresa.
No es errado englobar las políticas deportivas nacionales y provinciales (es más, en Mendoza están juntos en la misma coalición política), las que han dejado en claro que desconocen y niegan la realidad del deporte nacional y sobre todo de sus deportistas, varios de los cuales tuvieron que financiarse gran parte de los gastos
para llegar y sostener la competencia, y hasta lograron buenos resultados.
En los deportes de equipo, excepto el hockey sobre césped, donde sí existe una planificación desde hace varios años, también hubo decepciones, y algunas inesperadas, en varios deportes.
Becas magras y entregadas según caprichos. Falta de concentración y competencia internacional y de desarrollo social son algunos de los aspectos que evidencian cómo Argentina sigue mostrando que su capital deportivo es el fútbol, una industria fuera de las estructuras del Estado.
Los históricos manejos dictatoriales del COA, la falta de capacitación y compromiso de los funcionarios de los entes responsables del deporte siguen limando y limitando del desarrollo de nuestro deporte.