jueves, 25 de abril de 2013

Cuando la poesía no es enchastre

Diario UNO de Mendoza (página 12), miércoles 24 de abril de 2013
Se está apoderando de los muros y logra reivindicar un viejo movimiento de resistencia
Retomemos. Un giro en la descripción cambia el foco, desentona el prejuicio. Ahora la noticia, una de las tantas, que sobrepasó la saturación informativa, cuenta de un grupo de pibes y pibas mendocinos que se encargan de embellecer con palabras los muros de la ciudad. Son los que integran el movimiento de Acción Poética, una tendencia proveniente de México y que consiste en militar frases y versos en las paredes de la ciudad.
Retomemos. En esta misma columna se escribía hace un año y medio “…vale reivindicar, sostener y defender esa manifestación que agitan las paredes, los muros, los caños que le dan formas a la ciudad. Carteles, afiches, publicidades, pintadas y grafitis compiten por conquistar visibilidad. Se tapan, se rayan, se superponen, se descascaran resucitando a uno más antiguo y crean expresiones que van más allá de sus objetivos; se funde lo fáctico con lo sensible, pero lo cotidiano se vuelve original, asombroso”.

jueves, 18 de abril de 2013

GPS doméstico e institucional

Diario UNO de Mendoza (página 19), 17 de abril de 2013
Los grilletes de las nuevas tecnologías se imponen. Control, consumismo y paranoia
Una aplicación para los  teléfonos smartphones permite a los padres saber dónde están sus hijos. Obviamente con botón de pánico incluido. Se trata de algo más que otro producto en el abanico de la vorágine consumista, o una tendencia. Un GPS doméstico que seguramente pronto incorporará nuevos elementos con los cuales se puedan leer los sms y hasta escuchar las conversaciones de los pibes y pibas. Y, por qué no, hasta con “catalogador” de amistades del seguido en primera instancia.
La paranoia, el control, la dominación. Cámaras en las oficinas para revistar paso a paso los movimientos de los empleados, el tercer ojo omnipresente manipulando los hilos de la culpa existencial, heredada, educada, impuesta y consolidada.
Domesticados y culposos asentimos y hasta festejamos los grilletes que ofrece el mercado como moda, como esa necesidad que siempre encuentra justificación con los mismos argumentos, pero remozados. De última nada asusta más que el eco del grito propio.